Feria de Bilbao

Andy abrió la puerta grande

Andy Cartagena, a hombros por la puerta grande, ayer en Las Ventas
Andy Cartagena, a hombros por la puerta grande, ayer en Las Ventaslarazon

- Las Ventas (Madrid). 5ª de la Feria del Aniversario. Festejo de rejones. Se lidiaron reses de Luis Terrón, de buena presentación y buenos en general. Destacaron 1º, 2º, 5º y 6º. Lleno.
- Antonio Domecq, pinchazo, dos rejones, cuatro descabellos (silencio); pinchazo, rejón bajo (silencio).
- Andy Cartagena, rejón bajo (saludos); pinchazo, rejonazo (dos orejas).
- Sergio Galán, dos rejonazos (silencio); rejón (oreja).


Los toros de Luis Terrón colaboraron, no poco, al éxito de los triunfadores. Apenas molestaron y galoparon con docilidad al son que marcaron los caballeros. A Antonio Domecq, muy académico, le faltó un poco de dinamicidad. Cartagena, maduro, dio una lección de buena monta y excelente rejoneo. Alternó la vistosidad con la ortodoxia y su actuación fue un regalo para la vista. A Sergio Galán, el más jóven, se le nota su evolución.
Antonio Domecq realizó una labor muy completa al buen primero, quizá demasiado sobria por campera. No aportó apenas espectacularidad para el público, que siguió con atención su actuación pero sin entusiasmo. Con el cuarto, al que había que templar mucho, pecó de que sus acciones fueran demasiado rápidas. Se atemperó en el par a dos manos y en el carrusel de las cortas. No obstante, no logró levantar clamores entre el personal. Actuación correcta aunque un tanto desangelada.
Andy Cartagena, más sobrio que en otras ocasiones, se mostró muy eficaz en toda su actuación. Muy hecho y ortodoxo, alternó algunos adornos fáciles, siempre al final de cada serie. Todo lo estropeó con un rejón bajo que provocó vómitos al toro y enfrió los ánimos. Los elevó en su actuación al buen cuarto, con el que mezcló la ortodoxia con la espectacularidad. Clavó muy bien y remató las acciones con piruetas muy ceñidas. Las series con las cortas, vistosas.
Sergio Galán enturbió su buena labor al tercero al fallar con los rejones de muerte. Bien con las banderillas aunque marró en el primer intento a dos manos, solventado en el segundo. El final, con dos rosas muy arriba animó el cotarro.
 Aprovechó las bondades del sexto al que puso banderillas muy ajustadas, con un son mucho más alegre que en su anterior labor. El par de banderillas a dos manos, muy bueno y en general, todas sus evoluciones tuvieron técnica y ritmo. Al caer trasero el rejón de muerte, demoró el derrumbe del animal. Solvente actuación