Caso Palau: dimite Fèlix Millet

Después de una reunión de urgencia de la Associació Orfeó Català primero, y de la Fundació Orfeó Català-Palau de la Música después, se acordó la «suspensión temporal» de Fèlix Millet como presidente de la institución, que había convocado la reunión para poner su cargo a disposición de la junta de gobierno. El pasado jueves los Mossos d'Esquadra registraron las oficinas de la institución durante diez horas tras la notificación por parte de la Fiscalía de un supuesto desvío fraudulento de 2,29 millones de euros. En un comunicado del Orfeó, la institución anunciaba que «hasta que no se aclare la situación» aceptaban la dimisión de Millet, haciéndose cargo de sus funciones Mariona Carulla i Font, vicepresidenta primera del Orfeó.Carta abierta y filtraciones En una carta abierta presentada por el Orfeó, Millet aseguraba que «hasta el momento no me han notificado ninguna resolución judicial que indique los hechos que se me atribuyen», pero que debido a las filtraciones a la prensa de la fiscalía y el revuelo que había cogido el caso, tanto en las administraciones como en la opinión pública, prefería delegar sus funciones, ya que «las entidades que tengo el honor de presidir no pueden ver maltrecha su reputación y su imagen de esta manera».En dicha misiva, Millet afirmaba haber cumplido, durante sus 30 años al frente del Palau, «en todo momento la lealtad a los valores fundacionales de la institución» y denunciaba «el perjuicio irreparable que, a través de filtraciones, se ha causado hacia mí, mis colaboradores y las entidades que constituyen verdaderos símbolos de nuestro país». El presidente saliente aseguraba que si finalmente es imputado de algún cargo, «me defenderé legítimamente con todos los medios a mi alcance», y aseguró que, con su dimisión, quería liberar al Palau del daño cometido contra su prestigio en uno de los iconos culturales de la sociedad civil catalana.Esperada dimisiónLa primera reunión se realizó a las 16.00 horas con la Associació Orfeó Català. A las 18.00 estaba convocada la siguiente reunión con la fundación del Palau de la Música. Media hora después ya se había filtrado la dimisión de Millet, que no pilló por sorpresa tras las presiones sometidas en los últimos días por los miembros del consorcio de la institución.Las administraciones ya habían anunciado una reunión este miércoles para debatir la complicada situación del Palau y los diferentes patronos de la Fundació reclamaban la aparición de Millet para saber sus intenciones. Ayer, el conseller de Cultura y Medios de Comunicación de la Generalitat, Joan Manuel Tresserras, confirmó por la mañana que las administraciones que forman parte del consorcio del Palau, Ministerio de Cultura, Generalitat, Ayuntamiento y el Orfeó Català, estaban en «contacto constante» y que se reunirían «para actuar conjuntamente y garantizar el buen funcionamiento de la institución». El pasado sábado, Ángeles González-Sinde, ministra de Cultura, ya aseguró que trabajarían juntos «para defender las inversiones públicas». A una pregunta escrita al congreso por el popular Jorge Fernández Díaz se afirmaba que, por ejemplo, Cultura otorgó en 2009 una subvención de 588.000 euros para el mantenimiento y funcionamiento de las actividades del Palau y un suplemento especial de 1.250.000 euros para las obras de restauración que afectaban al edificio.La investigación sigue bajo secreto de sumario, pero fuentes de la investigación afirman que las trece cajas incautadas el pasado jueves confirman las sospechas y que incluso podría abrirse la investigación a nuevos ejercicios aparte de los años 2003/04 que eran investigados.Intervención judicialPor su parte, la Fiscalía de delitos económicos de Barcelona aseguró ayer que ha pedido al juez de Instrucción número 30 de la capital catalana que nombre a administradores judiciales para intervenir la gestión económica de la Fundació Palau de la Música, después de que el jueves se registraran sus oficinas para investigar un supuesto desvío de más de dos millones de euros de sus cuentas. Fuentes judiciales explicaron que sean interventores judiciales los que controlen los movimientos en las cuentas de la entidad a partir de ahora hasta que se concluya una investigación que se prevé farragosa y que podría arrastrarse hasta finales de septiembre.La Fiscalía inició la investigación hace meses a instancias de la Agencia Tributaria, que detectó irregularidades en los movimientos económicos de la fundación en 2003, como el reintegro de numerosos billetes de 500 euros hasta un valor de 2,29 millones de euros. Esto llevó a sospechar un desvío de fondos por parte de los dirigentes de la entidad. Con la suspensión de Millet del cargo se busca separar el escándalo de la propia institución y recobrar la calma.