Cerdá apuesta por incrementar los regadíos como «motor» de desarrollo

La primera jornada del XXVII Congreso Nacional de Riegos que acoge Murcia desde ayer extrajo como conclusión la necesidad de incrementar la superficie de regadío y hacer un uso más eficiente del agua. La necesidad de optimizar los sistemas hídricos es necesaria, según el consejero de Agricultura y Agua, Antonio Cerdá, para atender el constante aumento de la población mundial y que se traduce en una mayor demanda de alimentos.
Por esta razón, Cerdá defendió la implantación de nuevos regadíos como «motor» de desarrollo para atender las necesidades de los nueve mil millones de personas que se prevé que poblarán el mundo en 2050. El titular de Agricultura y Agua y el alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara, fueron los encargados de inaugurar la cita congresual titulada «El regadío, motor de desarrollo y fuente de alimentos» que se celebra en el auditorio Víctor Villegas hasta el jueves y que cuenta con numerosos expertos en la materia, entre ellos los presidentes de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore) y de la Asociación Española de Riesgos y Drenajes (Aeryd), Andrés del Campo y José Antonio Ortiz, respectivamente.
El consejero murciano aseguró que la Región de Murcia es un ejemplo en la gestión del agua y explicó que el 85 por ciento de los regadíos de la comunidad están modernizados y que las depuradoras emplean tratamientos terciarios para reutilizar el líquido en el campo. «Los datos demuestran nuestro excelente uso de los recursos hídricos. Murcia utiliza sólo el 3,3 por ciento del agua que se destina a regadío en España y conseguimos exportar el veinte por ciento de nuestras frutas y hortalizas», matizó Cerdá.
La mayoría de los participantes del encuentro coincidió en señalar a Murcia como un modelo a seguir para explotar al máximo las potencialidades del agua. Por su parte, Del Campo lamentó que algunas comunidades autónomas empleen los recursos hídricos con fines políticos sin mirar los verdaderos intereses de los ciudadanos.
En este sentido, el máximo representante de Fenacore recordó que la Junta de Andalucía optó por cortar el suministro a los regantes del Valle del Guadalquivir para beneficiar a unos arroceros. Una medida que ocasionó daños en 113.000 hectáreas de frutas y hortalizas y que «respondió más a criterios políticos que a técnicos». El portavoz de los regantes defendió que el Estado se encargue de gestionar los ríos que atraviesan las comunidades de España para evitar «la contaminación política» de un bien que es de todos y «no del territorio que lo tiene más cerca». Además, Del Campo manifestó que las intenciones previstas en algunas reformas de los estatutos de autonomía pueden acabar con el modelo de gestión de las cuencas hidrográficas del que España fue pionera y que sirvió de base en Europa para la Directiva Marco de Aguas (DMA).
Los asistentes al congreso reclamaron al Gobierno central que rebaje del 19 al 9 por ciento las tarifas eléctricas a los regantes para continuar con la modernización de los regadíos. El primer edil del Ayuntamiento murciano abogó por hacer del asunto del agua «un elemento de cohesión nacional y de vertebración en lugar de ser un elemento de confrontación». En términos similares se expresaron los rectores de la Universidad de Murcia y de la Politécnica de Cartagena, José Cobacho y Félix Faura, respectivamente. Ambos coincidieron en la idea de que sobre el agua es «necesario que predomine más la razón sobre la pasión».