Chávez se arruga y cancela el cara a cara con Vargas Llosa

En los diez años de emisión del programa «Aló, Presidente» ha habido tiempo para todo menos para debatir. Las jornadas maratonianas, de hasta nueve horas, seguirán siendo monólogos del presidente Chávez que, a última hora, puso sobre la mesa sus limitaciones dialécticas al declinar un cara a cara con el escritor Mario Vargas Llosa. Es la crónica de una huida ante las cámaras y la opinión pública, que en todo momento siguieron el órdago lanzado por el presidente y su posterior achantamiento. «Aceptan, pero la condición es lamentable, sólo entre Chávez y Vargas Llosa, esto da tristeza», se justificó el mandatario en la tercera parte de la edición aniversario de su programa «Aló, Presidente», maratoniano festejo de ocho horas diarias de emisión.La excusa de Hugo Chávez es que el «juega en las grandes ligas» porque «llegué a presidente». Y, así, le espetó al escritor que si quería un debate en igualdad debía «lanzarse a presidente y ganar (...) Compadre yo estoy en las grandes ligas y usted está doble A y triple A», en referencia a las competiciones de béisbol. La respuesta de Vargas Llosa no se hizo esperar, y poco después de las declaraciones de Chávez el escritor peruano dijo que la propuesta del presidente para debatir sobre política «nunca fue seria». «Si sólo puede debatir con presidentes ¡qué bravata la de invitarnos!» Para añadir: «Chávez encabeza junto con el gobierno de Cuba una izquierda reaccionaria, troglodita, que aún cree en el comunismo y en el estatismo». Chávez había lanzado una invitación a los intelectuales liberales para participar en el programa, aunque había aclarado que él sería un espectador del debate al que asistirían personalidades de «la derecha» y los «revolucionarios» de varios países. Jorge Castañeda, Enrique Krauze y Mario Vargas Llosa aceptaron el ofrecimiento con la condición de que el debate enfrentase a a Chávez y al escritor peruano. «Se rajó. Quería que hablásemos con sus intelectuales, gente muy respetable con la que hablamos todos los días», dijo el ex canciller mexicano Jorge Castañeda.

Purga de militares «incómodos»En lo que va de año, cerca de 800 militares venezolanos han sido objeto de medidas disciplinarias, destituciones o traslados, según informes recogidos por «The New York Times». El periódico estadounidense señala que se trata de una purga de oficiales considerados críticos con el presidente de Venezuela. Entre los afectados se encuentran el anterior ministro de Defensa, Gustavo Rangel, y los jefes del Ejército de Tierra, de la Fuerza Aérea y de las Milicias Bolivarianas. Al menos, hay tres generales en la cárcel.