España

Defiende el papel de la mujer en un mundo «frío»

La Razón
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Benedicto XVI ha comenzado su peregrinación en Tierra Santa «por una puerta de paz dentro del escenario de Oriente Medio», como señala el padre Lombardi, portavoz del Vaticano. Esta entrada de serenidad ha sido Jordania, un país en el que las distintas religiones conviven en paz.

Ayer, en el tercer día de su visita, el Papa tuvo su primer y único acto multitudinario en Jordania con la celebración de una misa en el Estadio Internacional de Ammán. Aunque era día laborable en el país, de mayoría musulmana, las autoridades decretaron jornada fesitva para los católicos para que pudiesen asistir a los actos del Pontífice. Por eso, más de 25.000 fieles, no sólo jordanos sino también jovenes neocatecumenales llegados de Inglaterra, España, Portugal e incluso de Irak o el Líbano, llenaban el estadio desde primera hora de la mañana.

Durante la misa, que duró casi dos horas y en la que estuvieron presentes el Patriarca latino de Jerusalén, Fouad Twal y el príncipe Ghazi Bin Mohammad, el Pontífice administró la Primera Comunión a una docena de niños y niñas jordanos, informa Ep.

En la homilía, Benedicto XVI pidió a los católicos jordanos y de toda Tierra Santa «valor» y «coraje» en el testimonio de su fe y en el «encuentro fecundo con personas de otras religiones» y destacó la necesidad de que la Iglesia y la sociedad tengan «en cuenta el carisma profético de la mujer, como portadora de amor y transmisora de calor a un mundo que juzga el valor de la persona con criterios fríos de la explotación y el beneficio». Además, concretó que con su testimonio público de respeto hacia las mujeres, «la Iglesia en Tierra Santa contribuye al desarrollo de una humanidad verdadera».