Bruselas
Diálogo y consenso en el «Superministerio»
Es la suya una política racional y de consenso. Elena Espinosa Mangana, ministra de Medio Ambiente, Rural y Marino, ha logrado conciliar posturas en un sector complicado y conflictivo. Nacida en Orense, ya pivotó asuntos de enorme calado con habilidad gallega al frente de Agricultura y Pesca. Con discreción, se ha ganado el respeto de agricultores, ganaderos y gobiernos autonómicos, no precisamente socialistas. Ahí está la batalla del agua, donde ha demostrado que sabe negociar sin sectarismo. Su actitud dialogante sobre trasvases, sus reuniones con los responsables de la Comunidad Valenciana y Murcia, así como con otros territorios afectados como Extremadura y Castilla La-Mancha, le han dado un voto de confianza. Así, no se descartan estas opciones cuando son sostenibles desde el punto de vista medioambiental y económico. Aboga por la desalinización y depuración de los regadíos y la defensa del ecosistema con la viabilidad económica. Recientemente inauguró en su tierra natal, Orense, la fábrica más moderna de módulos fotovoltaicos de Europa, la factoría T-Solar, con la tecnología más avanzada en el proceso de depósito del silicio sobre placa de vidrio. Incansable en sus trabajos en Bruselas, estudia un informe sobre el sector lácteo en la UE ante el aumento de cuotas de producción. Elena Espinosa defiende su sector con equidad. En definitiva, una buena gestora y ecologista con una buena cabeza.
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