Protestas en Hong Kong
Dos sillas vacías y muchas «porras»
Madrid-Ni Esperanza Aguirre, ni Mariano Rajoy acertaron en sus vaticinios sobre el resultado del partido Real Madrid-Barça que se jugaba sólo unas horas después del acto del Dos de Mayo. Ambos daban la victoria a los madrileños, el primero adivinaba un 2-1 y la segunda un 3-1, con lo que el fallo no pudo ser mayor: el derbi acabó 2-6.El fútbol fue uno de los protagonistas de la jornada, de eso se encargaban el presidente del Real Madrid, Vicente Boluda, el del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, y el vicepresidente, Ignacio González. En otra esquina del patio de Sol la revolución era Alaska, recogió su medalla vestida de rojo, color de la bandera madrileña y acompañada por su marido, Mario Vaquerizo, su madre y algunos amigos. Quizás fue el color de su vestido, o la rejilla de sus medias o la altura de sus tacones, pero con ella y Vaquerizo llegó «la movida». Junto a Olvido Gara y su carisma, en los corrillos se hablaba del vacío en dos sillas del patio de butacas. Sobre ellas sólo se posaron dos papeles de «reservado», el de Pedro Zerolo y el de Oscar Iglesias (concejales del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid). Habían confirmado asistencia, pero a última hora dieron marcha atrás. Poco después se dejaban ver por Manuela Malasaña... El Dos de Mayo de este año volvió a congregar en Sol a personas que si no fuera por este día no se verían las caras jamás. Allí se juntaron el presidente de la Audiencia Nacional, José Carlos Divar con el ex jefe de la Casa del Rey, Sabino Fernández-Campo y con empresarios como Gerardo Díaz Ferrán, presidente de la CEOE y Arturo Fernández, de la CEIM, además de todo tipo de personalidades del mundo de la canción, como La Chunga o Sara Montiel; de la moda con Jesús del Pozo o de la alta cocina con Darío Barrio.
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