Crisis económica

Durao Barroso defiende la presencia de España en el club de los ricos

La Razón
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Bruselas- El G-8 ha dejado de ser un club exclusivo para los mejores corredores de la economía mundial y en L'Aquila (Italia) hará sitio en sus discusiones a otros países del pelotón. Una evolución que al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, le parece «la mejor actitud» y lo «razonable». España ha conseguido una silla en este G-8 ampliado, algo que el portugués, firme defensor de la entrada de nuestro país en el G-20, considera como «normal» por el «peso económico» español y su «influencia en el debate internacional».En esta cita, los países poderosos se encontrarán con economías emergentes para tratar dos temas que a ambos preocupan, como son la seguridad alimentaria y una nueva estrategia que suceda a la firmada en Kyoto contra el cambio climático. La recesión económica volverá a estar encima de la mesa. El jefe del Ejecutivo comunitario opinó que es pronto para hablar de estrategias de salida «ya que no estamos todavía fuera de la crisis» y recordó que el problema social va a durar más que la inestabilidad financiera. Barroso apostó por una vuelta a la senda alcista sobre bases más «viables», dirigida por un desarrollo «inteligente» y «sostenible» aunque «es muy pronto para decir cuándo». Sí que auguró que el crecimiento no presentará ritmos tan positivos como los anteriores al bache económico.