«Écheles gas écheles gas» azuza Hugo Chávez a su Policía

«No se dejen quitar las calles por los hijos de la burguesía», dice el régimen bolivariano

Continúa el acoso a la oposición venezolana. Tras los atentados sufridos por la Nunciatura vaticana, los incidentes violentos en la Universidad Central, y la toma de la Alcaldía de Caracas; los estudiantes volvieron a ser las víctimas de la represión chavista. Bajo la consigna «no es no», miles de estudiantes de universidades públicas y privadas se concentraron en una plaza del este de la capital para expresar su rechazo a la propuesta de reelección presidencial ilimitada que será sometida a referéndum, el 15 de febrero.
Los universitarios tenían previsto marchar hasta el Tribunal Supremo de Justicia para exigir la apertura del registro electoral para la consulta, pero no lo lograron porque el ministro para Relaciones Interiores, Tareck El Aissami, ni siquiera permitió que los líderes de la marcha accedieran al control de visitas.
Ante la negativa de las autoridades, varios centenares de estudiantes se desplazaron hacia algunas calles aledañas a la plaza Brión, donde fueron dispersados por la Policía antidisturbios, que empleo profusamente bombas lacrimógenas, balas de goma y chorros de agua a presión. «Están violando nuestro derecho a disentir públicamente de la propuesta de enmienda constitucional, que es ilegal porque ya ha sido votada.
Tenemos derecho a registrar nuestro desacuerdo ante el Tribunal Supremo, y no nos dejan», se quejaba uno de los estudiantes movilizados. Chávez había confirmado horas antes la orden dada a la Policía de emplearse a fondo contra las manifestaciones de protesta, utilizando, incluso, las dañinas bombas de gases.
«Écheles gas, écheles gas», instaba públicamente el presidente de Venezuela a su ministro del Interior, a la vez que alentaba a sus seguidores, «no se dejen quitar las calles por los hijos de la burguesía». La manifestación acabó con diez estudiantes detenidos. Imágenes que contrastan con la marcha celebrada ayer en apoyo al referéndum. Cientos de jóvenes se manifestaron por las principales calles de Caracas con el beneplácito de las autoridades. La Policía no sólo los escoltaron, sino que además cortaron algunas arterias para los «rojillos».