Terrorismo
El atentado fue premeditado según expertos anti-ETA
El dueño de la cafetería conocía de vista a los agentes porque habían estado varias veces en el establecimiento.
MADRID-Los dos agentes de la Guardia Civil contra los que atentó ETA el pasado sábado en la localidad francesa de Capbreton llevaban una semana en la zona y no se descarta que, mientras realizaban las labores de vigilancia que tenían encomendadas, cayeran en algún tipo de rutina que hubiera facilitado a un «comando» de la banda la preparación de la acción criminal. De hecho, el dueño de la cafetería en la que les esperaba el «comando» les conocía de vista porque habían estado en el local en más de una ocasión.
Expertos antiterroristas consultados por LA RAZÓN mantienen que hay una serie de indicios que hacen sospechar que el atentado fue una acción premeditada y no un hecho sobrevenido. Sin embargo, el Ministerio del Interior español sostiene lo contrario, que se trató de algo fortuito y se apunta, incluso, que los autores pertenecen a un «comando» que venía hacia España.
Los expertos citan una serie de datos que avalan que estamos ante un atentado premeditado:
–Los guardias, pertenecientes al Grupo de Apoyo Operativo (GAO), llevaban una semana en la zona y podían haber incurrido en algún tipo de rutina, que habría facilitado que un «talde» (grupo) de ETA preparara el atentado.
–Es muy difícil creer que en unos pocos minutos y por el sólo hecho de que hablaran español y condujeran un vehículo con matrícula francesa, los etarras pudieran tener la certeza de que estaban ante dos agentes de las Fuerzas de Seguridad españolas. Los agentes del GAO reciben un buen entrenamiento, duro a veces, y se descarta que, como se ha rumoreado, una conversación telefónica mantenida por uno de ellos en la cafetería les delatara como guardias civiles.
–Por esa regla de tres, cualquier persona que hable español, infunda sospechas a un etarra y se le haya ocurrido alquilar un coche en Francia para hacer turismo, puede ser objeto de un atentado.
Vigilancia previa
–En todo caso, ¿cómo sabían los etarras que los agentes estaban solos, que no había otros agentes en las inmediaciones que no les habrían permitido huir y que, incluso, hubieran repelido el fuego con sus armas? Sin duda, porque habían hecho una vigilancia previa y tenían este dato.
–En otras circunstancias, cuando los etarras creen haber detectado la presencia de agentes policiales, tratan de huir porque desconocen el volumen del operativo policial con el que se tienen que enfrentar. En este caso, actuaron con aparente seguridad porque, se insiste, tenían la información precisa.
–Si se trataba de un «comando» que iba a entrar en España, el atentado ha truncado todo el dispositivo de citas, entregas de material, reuniones con los colaboradores y las acciones criminales a cometer en nuestro país, que se preparan en estos casos y que requieren un trabajo de semanas y, a veces, meses.
–La supuesta discusión de la que se ha hablado (el Ministerio del Interior español ha reconocido que no hay testigos oculares del atentado) pudieron ser los gritos de los guardias al comprobar que iban a sufrir un atentado, bien para intentar amedrentar a sus agresores o para pedir auxilio.
–En el coche en el que huyeron, un Peugeot 307, como informó LA RAZÓN en su última edición, había un artefacto destinado a destruirlo para borrar huellas. Si viajaban hacia España, ¿para qué necesitaban este artilugio que se suele usar después de un atentado? El resto del material que se ha encontrado (para hacer bombas lapa, detonadores, etcétera) podía formar parte de la dotación habitual de una célula etarra.
Por otra parte, fuentes antiterroristas han confirmado que en el citado coche, abandonado a pocos kilómetros de donde se apoderaron de otro vehículo del mismo modelo tras retener a un mujer y a su hijo, se ha encontrado documentación falsa que se supone pertenece a los etarras que cometieron el atentado. Las fotografías que aparecen en los carnés no son de terroristas conocidos –pero se da como seguro que serán identificados en breve–, lo que avala la tesis de que se trata de un «talde» (grupo) de los que están en la reserva en Francia al que la dirección etarra ha ordenado esta acción criminal.
Los expertos consultados creen que la decisión de atentar en Francia contra agentes españoles fue adoptada por los cabecillas de la banda tras la ruptura del alto el fuego, sobre todo para dar respuesta a las operaciones antiterroristas que se desarrollan en territorio galo.
Ayer mismo se detectó una tremenda sensación de «victoria» en medios próximos a la banda ya que se el atentado se visualiza como un «gran golpe» contra uno de sus grandes enemigos, la Guardia Civil. Esto también choca con que se haya tratado de un hecho «fortuito» y no de algo preparado y esperado.
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