Fórmula 1
El curioso caso de Jenson Button
La victoria conseguida por Jenson Button no es un triunfo cualquiera. Hace apenas un mes se debatía entre la retirada o buscar un equipo de F-1 que confiara en él después de encadenar cinco años de fracasos en una escudería, Honda, que estaba completamente perdida desde que llegara al Mundial como equipo independiente y no como suministrador de motores. Hace cinco años era considerado el nuevo Nigel Mansell, el nue- vo mito inglés, pero sus pobres resultados y la irrupción de Lewis Hamilton le condenaron al olvido, sobre todo de los medios de comunicación ingleses. Durante estas semanas varias han sido las claves que le han llevado del más absoluto destierro a lo más alto del podio. Honda decidió cerrar el equipo y el ingeniero jefe, Ross Brawn, se atrevió a coger los mandos del barco. El británico y cuatro empleados más de la antigua estructura decidieron invertir en el negocio con un nivel de riesgo elevadísimo. Pero todos confiaban en el genio de Ross Brawn. Fue jefe de Michael Schumacher en Benetton y ambos ganaron dos títulos. A día de hoy, todavía hay comisarios que afirman que ese monoplaza llevaba una «trampa» en forma de control de tracción oculto que ja- más pudieron demostrar. En aquel equipo «jugaban» tres de las mentes más inteligentes de la F-1: Michael Schumacher, Flavio Briatore y el propio Brawn. El apacible inglés, aficionado a la pesca, siempre ha estado en el límite del reglamento y, aunque no ha llevado el día a día del diseño de sus coches (Benetton, Ferrari, y Honda hasta que se denominaron con su propio nombre), siempre ha aportado la idea definitiva, la que marca la diferencia. La historia de los difusores y el vacío legal que ha encontrado en el reglamento para que sus coches tengan más agarre ha puesto en tela de juicio a los grandes presupuestos de escuderías como Ferrari y McLaren. Es el ejemplo a seguir para la FIA, obsesionada ahora con la contención de gastos. Honda decidió retirarse y «vendió» la estructura a Brawn, que buscó el apoyo de Ecclestone para que el equipo no quedara en el olvido y pudiera afrontar al menos las primeras carreras. De momento ha encontrado un patrocinador, Virgin, pero no será difícil lograr más financiación, aunque la FIA resuelva que sus difusores son ilegales, cosa poco probable. Brawn siempre ha trabajado en la sombra e incluso estuvo indirectamente implicado en el caso de espionaje de McLaren a Ferrari. Antes de que estallara el caso, sorprendentemente, decidió tomarse un año sabático. Gracias a él, Button ha vuelto a la senda del podio y ha demostrado que es un piloto a tener en cuenta.
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