Policía

El «efecto Cañada» llega a Las Mimbreras

La Razón
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MADRID- Salieron en todas las televisiones, les dedicaron espacio en las radios y los periódicos llevaban la foto en portada. El enfrentamiento entre policías y vecinos de la zona marroquí de la Cañada Real hace más de un mes llegó a todo aquel que tuviese cerca un transistor. Ayer, más de un centenar de familias del poblado chabolista de Las Mimbreras imitaron las formas de los habitantes de la vía agropecuaria. El motivo, de nuevo, un desalojo.

El pasado martes se procedió a derribar una vivienda en este poblado del distrito de Latina. A los vecinos les debió de pillar a contramano la excavadora y no se defendieron. Ayer, quisieron que se repitiese una escena parecida a la de La Cañada, pero como los policías no aparecían la montaña fue a Mahoma.

Un grupo de chavales comenzaron a tirar piedras a los coches desde el puente de la M-40, según fuentes de la Jefatura Superior de Policía. Una práctica habitual desde hace años entre los vecinos de Las Mimbreras.

Dicho y hecho. Al lugar se presentaron varios coches patrullas de la comisaría de Latina sin saber que lo que buscaban los habitantes de este poblado gitano era jarana. Cuando se percataron, pidieron refuerzos y entraron cuatro lecheras de la Unidad de Intervención Policial (UIP). Los antidisturbios repelieron el ataque y dieron a Las Mimbreras lo que querían, salir en la televisión.

A pesar de la actitud de los violentos, alrededor de medio centenar de chavales armados con piedras de grandes dimensiones, no se produjeron detenciones ni hubo heridos. De hecho, según fuentes de Emergencias Madrid ni siquiera se requirió su presencia en el lugar.

Los peor parados fueron los coches. Según fuentes policiales, dos patrullas sufrieron desperfectos y alrededor de otros 30 vehículos particulares corrieron idéntica suerte.

Un balance que deja entrever las intenciones de una barriada que ha aprendido de lo ocurrido en La Cañada. Sin ir más lejos, Antonia Heredia, una de las afectadas por las órdenes judiciales que se multiplican en estas chabolas, señaló en declaraciones a Europa Press, que los residentes del poblado no van a permitir que la Policía les eche a la calle, y aseguró que están dispuestos a «ir a la guerra». «Nos quieren echar a la calle con mujeres embarazadas y niños. Vienen con escopetas a tirar nuestras casas. No lo vamos a permitir, esto no se puede aguanta», sentenció.

 

No pasó una ambulancia

Por la tarde, la cosa se tranquilizó, pero no se podía pasar al poblado. Una llamada al 112 alertó de un problema de salud de un vecino diabético. Cuando una unidad del Summa llegó al lugar, los agentes que vigilaban los alrededores no les dejaron acceder.

Como la vida del vecino no corría peligro, un familiar se desplazó a la «zona de seguridad» para recibir las indicaciones de los sanitarios, según explicaron fuentes del 112.

Hoy estaban previstos más desalojos en Las Mimbreras, aunque hasta los mandos policiales no tenían claro las consecuencias que tendría un enfrentamiento, en caliente, con los vecinos violentos.