Barcelona
El filón editorial de la crisis
Contundente y preciso, Fernando Trías de Bes (Barcelona, 1967) despejó dudas: «Si se gestiona mal esta crisis será el primer decenio perdido de España. Hace falta un pacto de Estado». El escritor ganó ayer el Premio de Hoy, que la editorial Temas de Hoy dedica al ensayo, con «El hombre que cambió su casa por un tulipán». Y aprovechó para asentar algunos puntos: «Hace falta mirar a la historia. Lo que ha pasado ya pasó antes. La crisis financiera y la recesión se pudieron haber evitado». En su libro retrocede al siglo XVII, al año 1636, al momento en que eclosionó la primera burbuja económica. Los tulipanes se convirtieron en un producto tan requerido que «la gente hizo auténticas aberraciones entregando sus casas y pertenencias por estos bulbos». El autor precisa que después de una expansión suele existir una contracción del mercado. Pero matiza: «Esto es el estallido de una burbuja capital». Y continúa: «Es el mayor desafío en España desde la Transición. Y no hay solución. Existe un sobreendeudamiento, y las deudas se tienen que pagar, pero las familias no pueden aceptar más créditos porque no podrían afrontarlos. Los planes pueden acortar la situación, aunque antes hay que cruzar un desierto». Y matiza: «El Gobierno cuenta con recursos limitados para actuar. Lo tiene muy difícil, cualquiera lo tendría. Sólo puede recurrir a políticas fiscales». Una cuestión de plazos Trías de Bes recalcó el desajuste brutal que existe entre los tiempos políticos y sus actuaciones, y las dinámicas económicas: «Los políticos sobreviven a corto plazo. Su mirada está centrada en ese periodo, cuando la economía requiere medidas a medio y largo plazo. Mientras no se resuelva ese punto...». Advirtió, también, contra la «perversión» de un sistema que conduce a unas actuaciones perjudiciales y dañinas para todos, pero asentado y bendecido en nombre del beneficio y el dinero. «Todos hubiéramos actuado igual. Es una estructura que premia, pero nunca castiga. La economía refleja una sociedad. Vivimos en un mundo que no quiere sufrir». Luego añade con tono pesimista que «las reglas del juego no son justas». Al final conviene que las personas deben aprender a vivir con sus ganancias. Ajustarse a un sueldo. «Un poco de crédito es bueno, pero no podemos vivir con lo que no tenemos».El trabajo de Trías de Bles se suma a otras publicaciones sobre la crisis que, desde hace un par de años, aparecen en los escaparates y estanterías más destacadas de las librerías. «Los economistas siempre han estado vinculados a un público general. Esto no es nuevo –asegura el economista Carlos Rodríguez Braun–. La mayor parte de estos libros responden a lo que ofrecen. Son profesionales que trascienden las fronteras de su oficio. Siempre existe la ambición de alcanzar a un público más amplio». Rodríguez Braun se sumará, en un par de semanas, con un libro: «Una crisis, cinco errores» (LID), escrito junto a Juan Ramón Rallo. «Se pretende llamar la atención sobre cinco errores de esta crisis que hay que evitar». Los enumera: pensar que hay un culpable político (el liberalismo); un culpable moral (la codicia); otro económico (el mercado); que hay que rescatar a la banca a cualquier precio y que hay que aumentar el gasto para disminuir el paro. Claros y llanosOlga Adeva, editora del libro «La crisis ninja» (Espasa), de Leopoldo Abadía, asegura que: «La clave de estos libros es que son muy claros y llanos. Los conceptos están bien explicados y todos los entienden. Abadía toca todos los puntos de la crisis y los acopla con la vida cotidiana. Eso nos ayuda a entenderla». Enrique Pascual Pons, de la librería Marcial Pons, una de cuyas especialidades es la economía, explica que «este auge viene desde hace un año o más. La crisis lo ha potenciado». Asegura que la mayoría cumple con lo que promete, y hace hincapié en la necesidad de aproximarse a esta literatura, tan enraizada en EEUU: «Han conseguido que los lectores se preocupen más de su economía, de sus finanzas personales, y que les tomen menos el pelo». Pascual Pons reconoce que todavía queda el libro definitivo sobre esta crisis, pero pronostica dónde está el filón: los títulos que ayuden en el día a día. «La gente ha perdido dinero. Estos libros ayudan a diferenciar, por ejemplo, los fondos de pensiones. Se deberían leer más».
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