España

«El modelo energético puede estrangular nuestra economía»

«El modelo energético puede estrangular nuestra economía»
«El modelo energético puede estrangular nuestra economía»larazon

«En España tenemos un gravísimo problema de empleo. Nuestra economía destruye empleo cuando su crecimiento es inferior al 3 por ciento. Esta situación no se da en los países de nuestro entorno, como se demuestra con la observación de estos últimos meses, en los que prácticamente todo el desempleo de la Unión Europea se genera aquí. El último informe de Funcas, servicio de estudios de las Cajas de Ahorros, vaticina un desempleo en España para 2010 de cinco millones de personas, lo que supone tasas del entorno del 20 por ciento de la población activa, tasas que muchos pensábamos que no volveríamos a ver. En esta cuestión hay un amplio acuerdo. Si queremos resolver los problemas de la economía española debemos cambiar, cambiar nuestro modelo productivo, ganar en productividad y en competitividad; adaptarnos o mejor adelantarnos en este mundo global. Lo que sucede en cada país repercute en los demás; pero cada uno, teniéndolo en cuenta, debe tomar sus propias medidas y evolucionar.Prácticamente todos los analistas coinciden en que uno de los grandes problemas estructurales que debe resolver España es el de nuestra modelo energético. El que ahora tenemos se caracteriza por su dependencia exterior, es decir, por su falta de independencia, por su incompatibilidad a medio o largo plazo con los compromisos adquiridos en materia de cambio climático y por la incongruencia de su sistema tarifario. La falta de una política integrada con un objetivo claramente decidido ha hecho que, en muchas ocasiones, se hayan ido dando pasos desconectados que nos han llevado a que el actual modelo energético español pueda ser una de las causas de estrangulamiento de nuestro economía en un horizonte no muy lejano y, en buena parte, no por su funcionamiento real, sino por su falta de definición global. El ciclo político es, quizás, muy corto, pero no se puede olvidar que las decisiones políticas tienen, en muchos casos, repercusiones de largo alcance. Cuando se hacen los análisis pertinentes para la toma de decisiones, éstos deben ser completos. Es decir, hay que tener en cuenta todo. Que ni se deben hacer trampas en el solitario, ni se debe pecar de superficialidad teniendo en cuenta sólo una vertiente de la cuestión porque ésta es la mejor manera de no acertar. Es imprescindible que la decisión que se adopte sea la mejor de las posibles si queremos competir y, por tanto, sobrevivir en el mundo global. Y cómo decidir cuál es la mejor de las soluciones. Como decía, ha de tenerse en cuenta todo, no descartar ninguna de las alternativas o combinaciones posibles, para conseguir seguridad en el suministro, independencia y respeto por el medio ambiente actuando por el lado de la oferta y seguir trabajando en las medidas encaminadas a la eficiencia energética y el consumo responsable para conseguir una demanda más sostenible. Los cambios estructurales bien diseñados llevan siempre a la creación de nuevas oportunidades. Y el energético no tiene por qué ser la excepción. Las situaciones de necesidad son un excelente escenario. La necesidad, en este caso, es sustituir nuestra fuerte dependencia de los combustibles fósiles; la oportunidad es que esta sustitución es una fuente de creación de "nuevos"empleos. Una solución sólo es realmente adecuada si es estable. La estabilidad es una de las condiciones para el desarrollo económico y la creación de empleo; sin ella, no se dan las condiciones necesarias para las decisiones empresariales. Éstas no deben tomarse por motivos especulativos cortoplacistas ni en virtud de las subvenciones a la explotación (que es prácticamente lo mismo), sino por la rentabilidad de los negocios que es lo que los hace sostenibles en el tiempo. Esto no supone, sino todo lo contrario, que no se retribuyan adecuadamente las externalidades medioambientales».PERFIL - Presidenta de la Asamblea de Madrid- Ex ministra de Medio Ambiente- En el año 2000 fue nombrada secretaria de Estado de Presupuestos y Gastos, responsabilidad que asumió a lo largo de tres años. Con anterioridad ejerció como directora general de Presupuestos- Miembro de la ejecutiva Nacional del Partido Popular, ha sido consejera de Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid