El mono y la Bolsa

Según un grupo de expertos consultados por Reuters, la bolsa española crecerá un 12% en 2008. Esta previsión recuerda el famoso cuento del mono. Hace unos años, un gran diario internacional pidió a un conjunto de sesudos analistas de las más importantes casas de valores sus previsiones bursátiles para el año entrante. Así lo hicieron. A continuación se colocó a un entrañable chimpancé frente a una diana en la que figuraban los principales títulos cotizados, se puso en sus manos unos dardos y el animal los lanzó. De esta manera confeccionó su propia cartera, que fue custodiada junto a las de sus rivales por el periódico en cuestión. Al año siguiente, en una gloriosa ceremonia se hicieron públicos los resultados. Las empresas elegidas por el simio habían obtenido mejores resultados que las seleccionadas por sus brillantes competidores. Esto no debe sorprender ni constituye un insulto a los asesores financieros. Sus apuestas valían tanto como las del mono, por una razón muy sencilla: la Bolsa es un «paseo aleatorio». Ésta palabreja significa que los mercados bursátiles recogen toda la información disponible sobre las acciones que en ellos cotizan y, en consecuencia, reflejan en todo momento su valor real. Esta es la base de la Teoría de los Mercados Eficientes, cuya solidez ha resistido durante los últimos treinta años todos los ataques lanzados contra ella. En este contexto, las previsiones sobre como será el futuro de la bolsa, utilícese el método que se quiera tienen mucho más que ver con la magia que con la ciencia. De cualquier manera será bonito, si alguien se acuerda, guardar los pronósticos realizados por los analistas consultados por Reuters y contrastarlos con la realidad a finales de 2007. Les apuesto lo que quieran a que el 90% falla. Aunque parece difícil que la Bolsa vaya bien en 2008, con la economía en abierta desaceleración.