El Papa agiliza el sistema para que los curas con concubinas pasen a ser laicos

Madrid- El arzobispo Mauro Piacenza, secretario para la Congregación del Clero, explicó ayer en Radio Vaticano que el Papa ha concedido capacidad a la Congregación para castigar con más rapidez y fuerza a los clérigos que viven una «vida escandalosa e irregular». Hasta ahora, quitar a un clérigo rebelde la condición clerical era tremendamente complicado. Con los nuevos poderes, la Congregación del Clero puede ayudar a los obispos a tratar con más rapidez los casos que se presentan, sobre todo relacionados con curas que se han casado por lo civil, que viven en concubinato o que son «culpables de graves pecados contra el sexto mandamiento» (pecados sexuales). La medida llega al saberse varios casos de clérigos que rompían sus votos de celibato de forma habitual: el presidente de Paraguay, Fernando Lugo, quien siendo obispo tuvo hijos, algunos casos de obispos y clero nativo de República Centroafricana y el paso del cura televisivo de Miami, Alberto Cutié, a la Iglesia Episcopaliana para mantener relaciones con una divorciada. También coincide con la visita ayer al Papa de los dos cardenales irlandeses, Seán Baptist Brady y Diarmuid Martin, para analizar la situación de la Iglesia en Irlanda después de publicarse el informe Ryan sobre palizas y abusos a menores en correccionales dirigidos por religiosos. Mauro Piacenza reiteró que el celibato sacerdotal «es un bien para la Iglesia y para el mundo». Y ahora su congregación tiene herramientas para hacerlo cumplir.