Portugal
El paraíso africano perdido de Portugal
Se trata de un archipiélago formado por diez islas y ocho islotes de origen volcánico. Las islas de Sal y Boavista son un encuentro del océano con el desierto. Juego de dunas y tonos intensos, resplandecientes bajo el sol, olas de mar y de arena dorada, ocre o rojiza bañadas por un agua turquesa. En Sal destacan las playas extensas y de arena suave y balnca de Santa María, pequeña ciudad pesquera de la parte sur de la isla, en cuyo puerto cada mañana se pude apreciar cómo descargan el marisco y el pescado recién obtenido. Por la tranquilidad y la transparencia de sus aguas, es un lugar idóneo para la práctica de deportes acuáticos y para el submarinismo. Boavista tiene 60 kilómetros de playas vírgenes, con pequeños oasis de datileras, donde el mar adquiere un tono azul celeste que acaricia y envuelve al viajero en la tranquilidad de un mundo soleado todo el año y desierto de problemas. En la isla de Santiago se encuentra la capital de Cabo Verde, Praia (Playa, en portugués), con aproximadamente 150.000 habitantes. Es el lugar perfecto para entrar en contacto con el pueblo caboverdiano. Para ello, es imprescindible pasear por alguno de sus múltiples mercados, donde el regateo forma parte ya de la idiosincrasia de la venta, y podremos apreciar todo tipo de artesanías y productos marinos. Puntos de interés turístico son, sin duda,el mirador de Diego Gomes, la iglesia de Nuestra Señora de Gracia, Cidade Velha, antigua capital de Cabo Verde, y durante mucho tiempo el mayor mercado de esclavos del planeta, Sao Jorge con su maravilloso jardín botánico y Tarrafal, pequeña población pesquera llena de extensas y blancas playas de cocoteros, entre las que destacan Praia Mar o Quebra-Canela.
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