España
El PP contraataca y exige ampliar las ayudas por vivienda
CiU y ERC también defienden que se mantengan las deducciones. IU descarta apoyar al PP.
El PP reaccionó ayer al nuevo paquete de medidas para combatir la crisis, anunciado por el presidente del Gobierno en el Debate sobre el Estado de la Nación, con la decisión de incluir entre sus propuestas de resolución la petición de que se mantenga y se mejore la deducción por adquisición de vivienda. La justificación es que la crisis del mercado inmobiliario está motivada por la falta de financiación y no tiene naturaleza fiscal. Como posible aliado los populares cuentan con CiU, que presentará una iniciativa en esa dirección. El grupo catalán discrepa de la decisión del Gobierno porque entiende que es «ineficaz y discriminatoria» para las rentas medias, aunque no pedirá que se eleve la desgravación. ERC también quiere que se mantengan las deducciones y que se eleve el umbral de los 24.000 euros que ha fijado el Gobierno como renta máxima para obtener estas desgravaciones, por entender que no se puede perjudicar a las clases medias. Mientras, IU e ICV descartan por adelantado apoyar al PP, pero quieren discutir con el Gobierno cómo va a impedir que la clase media acabe siendo la pagana. Todas las propuestas de resolución de los grupos se votarán el próximo martes en el Pleno del Congreso. El resultado de la votación tiene más valor político, en clave de alianzas, que programático, ya que las mociones no son vinculantes para el Ejecutivo. Rodríguez Zapatero confirmó el martes la supresión de la deducción fiscal de la vivienda a partir de 2011 para rentas superiores a 24.000 euros, una medida que ha suscitado reacciones encontradas en el ámbito político, social y entre los sectores profesionales afectados. Ante la controversia, socialistas y populares se han dirigido ya a las minorías para ofrecerles negociar sus propuestas en materia inmobiliaria. En el caso del PP, su líder convocó ayer a la Prensa, al terminar la segunda sesión del debate, para liderar la puesta en escena de su pase al contraataque frente al nuevo plan anticrisis del Gobierno. Y es que en día de balances, los populares centraron su estrategia en entrar en el cuerpo a cuerpo con algunas de la «minimedidas» anunciadas por Zapatero. Rajoy volvió a calificar de «grave atentado contra los intereses de las clases medias» la eliminación de las ayudas para la vivienda. Y también urgió al Gobierno a que el plan de ayudas directas para la compra de vehículos se apruebe en el próximo Consejo de Ministros, porque su retraso puede parar la venta de coches ante «las expectativas generadas entre los consumidores». Mientras, el Gobierno está tan convencido de las bondades de la medida que ayer, en la segunda sesión del debate, Zapatero volvió a defender la medida ante los grupos minoritarios. El presidente cree que si se mantuvieran las deducciones por vivienda, España «regresaría a una segunda burbuja inmobiliaria». El presidente explicó que si el Gobierno se quedara de brazos cruzados, con los tipos de interés bajos, volvería la expectativa de incremento de la demanda de viviendas, lo que elevaría los precios, y los ciudadanos dedicarían de nuevo sus ahorrros a un sector «de los menos productivos». Y es que, en su opinión, las deducciones vigentes desde 1999 no han fomentado la equidad social ni facilitado el acceso a la vivienda, sino que han contribuido a duplicar el precio: «Al aumentar la demanda, la expectativa de aumento de las ventas crece, aumenta la especulación y se genera una gran burbuja que cuando se pincha tiene consecuencias nefastas». Su medida busca un triple objetivo: reducir el excedente de viviendas construidas, fomentar el alquiler y cambiar el modelo productivo. Consciente de que la medida «puede no gustar» o «ser difícil de explicar», el presidente echó mano del criterio de todos los organismos internacionales y los economistas españoles para recordar que llevan tiempo advirtiendo que la política fiscal era la causa de nuestra burbuja inmobiliaria y de la subida desorbitada de los precios. Los estrategas de la medida sostienen que la limitación de la desgravación a partir de 2011 equiparará el mercado de compra y el de alquiler, y ayudará a las rentas más bajas. Lo que nadie dice es que, a partir de esa fecha, el IRPF se incrementará por vía indirecta a millones de familias. Así que varios ministros salieron ayer en tromba a defender el argumentario del Gobierno. Primero Beatriz Corredor, y luego Miguel Sebastián. El segundo dijo que la actual deducción «ha perjudicado» a los compradores y ha sido uno de los motivos que han provocado una economía «muy endeudada y muy poco productiva». Corredor añadió que la medida evitará la especulación y que los precios de la vivienda se muevan en el límite del IPC. Y frente a quienes sostienen que el tope de los 18.000 euros para la deducción perjudica a las clases medias, dijo que más del 50 por ciento de los contribuyentes declaran menos de esa cifra.
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