El registro de llamadas contradice a los testigos del «caso Marta» que vieron llevar el cuerpo a la basura

El registro de llamadas telefónicas de la noche del crimen de Marta del Castillo contradice el testimonio de algunos testigos contra el asesino confeso, Miguel Carcaño. Aparentemente, el registro también corrobora la coartada de Francisco Javier D. M., su hermano, pues le sitúa cerca de la casa de su ex mujer, y de Samuel B. P., su amigo. Un informe de la Policía entregado al juzgado, al que ha tenido acceso Efe, recoge que Miguel recibió en su móvil tres llamadas sucesivas a partir de la 1:37 del 25 de enero, canalizadas a través del repetidor de Camas (Sevilla), y que confirman su declaración de que a esa hora estaba en casa de su novia. Sin embargo, un vecino de la calle León XIII declaró que a la 1:30 vio a Miguel en el pasillo del portal de su vivienda empujando una silla de ruedas con un bulto, lo que según la Policía demostraría que fue entonces cuando arrojó el cuerpo a un contenedor. Miguel, en su última versión, manifestó que entre él y el menor J. G. M. abusaron de Marta, la estrangularon y luego arrojaron el cuerpo a un contenedor hacia las 21:15 horas del día 24 de enero. El informe recoge que Miguel realizó desde su móvil dos llamadas al de Marta, una a las 4:36 y otra a las 5:22 de la madrugada del día 25, lo que hace sospechar a la Policía que las hizo por consejo de su hermano mayor para «buscar una posible coartada» puesto que a esa hora «la menor ya había fallecido, circunstancia que conocían ambos hermanos».