Literatura

Barcelona

El Rey elogia la autenticidad que domina la obra de Marsé

El Rey ha elogiado hoy la autenticidad que domina la obra de Juan Marsé, al hacer entrega del Premio Cervantes al escritor catalán, y ha valorado su «empeño en hacer de España con su pluma una nación aún más solidaria, más justa y más humana». Los Reyes han presidido esta mañana la tradicional ceremonia de entrega del Premio Miguel de Cervantes de las Letras en su habitual escenario del Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, un acto al que han asistido el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y la jefa del Ejecutivo autonómico madrileño, Esperanza Aguirre, junto a autoridades locales y académicas. En su discurso de clausura de la ceremonia, Don Juan Carlos ha definido a Marsé como «uno de los mayores protagonistas» de la cultura española «durante el siglo XX y en este siglo XXI» y ha destacado su «dominio de la lengua, que emana de la difícil sencillez de su prosa». El Monarca ha puesto asimismo énfasis en el valor de la «autenticidad» como concepto clave en la obra de este autor nacido en Barcelona en 1933, que otorga «consistencia» a sus personajes, «brío» a sus historias y «rigor» a su palabra. «Consistencia, brío y rigor de quien, enamorado del arte de narrar, trabaja el idioma durante el tiempo necesario» para «lograr la perfección del miniaturista o del orfebre», ha señalado el Rey, antes de añadir que esa «autenticidad admirable», reflejada también en la «actitud crítica» de Marsé, le permite regalar al lector «una realidad inventada tan verosímil como la misma realidad». Tras recalcar que «excelencia literaria e inspiración renovada» avalan el Premio Cervantes 2008 otorgado a Marsé, Don Juan Carlos ha indicado que el autor ha sabido hacer «trazos de la existencia urbana con los que forja personajes dotados de corazón y juicio propios», trazos «con los que también ha dibujado la existencia cotidiana» de los españoles. «A mí me gusta imaginarle en la calle, donde, tras conversar con la gente en una parada, subirá al autobús para completar su trayecto», ha reflexionado el Rey y ha rememorado a continuación pasajes y personajes de algunas de sus novelas más conocidas. De su obra más popular, «Últimas tardes con Teresa», ha destacado que cada uno de sus personajes no sólo representa «la quimera de un ensueño mutuo», sino que expresa «una España de otro tiempo, que pervive en esas páginas con la savia que el artífice le aporta». También ha recordado las «aventis» de los niños del barrio en «Si te dicen que caí», consciente de que «aquellos sueños narrados eran entonces necesarios», y la «inteligencia, sensibilidad y aguda observación» que demuestra el escritor cuando relata las experiencias del «gastado policía» de «Ronda de Guinardó». La voz de quienes sueñan con lo que pudo ser y recuperan viejas emociones en «El embrujo de Shanghai» y los caracteres que observan minuciosamente el pasado en las páginas de «Rabos de Lagartija» han merecido igualmente palabras de reconocimiento en el discurso de Don Juan Carlos, quien ha reseñado la riqueza de los protagonistas de Marsé, «que les hace perdedores y vencedores de la vida». «Les queremos, les reprochamos sus traiciones y celebramos siempre su autenticidad», ha proclamado el Monarca, al tiempo que ha descrito el conjunto de la obra del premiado como «un torrente de ficciones en el que caben todos los fracasos, todos los sueños, todos los mitos de las viejas salas de cine». No ha olvidado tampoco el Rey agradecer a Marsé su «uso inimitable del castellano -como lenguaje multisecular y como espacio de creación siempre renovado-, con el que muestra perspectivas inéditas del vivir diario». El escritor catalán se suma hoy a la amplia lista de galardonados con la principal distinción de las letras españolas, que se entrega el día en que se conmemora la muerte del autor de «Don Quijote» y en la que figuran autores como Alberti, Borges, Vargas Llosa, Hierro, Gamoneda, Sánchez Ferlosio, Guillén, Dámaso Alonso, Gerardo Diego, Sábato, Delibes, Cela, Fuentes, Cabrera Infante o Torrente Ballester.