Latina

El secretario de los obispos de Italia condena el libertinaje y la falta de pudor

La Razón
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MADRID- No ha mencionado las fiestas del primer ministro Silvio Berlusconi ni la presencia en ellas de chicas con 18 años recién cumplidos, pero muchos han pensado en esto al escuchar al secretario de los obispos italianos, Mariano Crociata, predicar contra el libertinaje, que no es, afirmó, un asunto privado, «especialmente cuando están de por medio menores». «Asistimos a un desprecio por todo lo que se llama pudor, sobriedad, autocontrol y a la exhibición de un libertinaje alegre e irresponsable», lamentó Crociata en Latina, una población del sur de Italia, durante una conmemoración de Santa María Goretti, una niña de 12 años acuchillada en 1902 por un joven que pretendía violarla. La muchacha perdonó a su agresor antes de morir y a nivel popular es vista como una mártir de la pureza. Crociata contrastó la virtud de la santa con los comportamientos de personas que echan mano de la moralidad para objetivos políticos, económicos y de otro tipo. «Nadie puede pensar que en ese campo los comportamientos no son graves o que se trata de asuntos privados, sobre todo cuando están implicados menores», especificó el obispo.Crociata defendió el «derecho a entrar en la vida de manera gradual, conforme se va madurando, sin conocer antes de tiempo malicia y maldad». El asesino arrepentido La pequeña María Goretti es una santa muy popular en Italia. Su asesino, Alessandro Serenelli, soñó en prisión con la niña vestida de blanco en los jardines del paraíso y pidió perdón públicamente por su crimen. Después de más de 20 años, salió de prisión y fue hortelano en un convento de capuchinos. En Navidad de 1937, visitó a la madre de María en el pueblo de Corinaldo para pedir su perdón. «Si María te perdonó, ¿cómo no voy a hacerlo yo?», respondió la mujer. Juntos fueron a comulgar ante toda la gente del pueblo.