Bruselas
El Senado belga frena el intento de reprobar al Papa por su opinión sobre los preservativos
La reprobación de Benedicto XVI que intenta sacar adelante IU-ICV en el Congreso de los Diputados cuenta con un antecedente muy reciente en Europa. Una propuesta similar encalló hace una semana en el Senado belga, cuando las divisiones entre grupos terminaron por aparcar la iniciativa. Un aviso a navegantes para lo que pueda ocurrir en España. El texto que pretendía votar la Cámara Alta belga aseguraba que las palabras del Pontífice sobre que la utilización de preservativos agrava la epidemia del sida, «se asimilan a un crimen contra la humanidad». Sin embargo, la mayoría de los senadores, encabezados por los cristianodemócratas, tanto flamencos como francófonos, consideraron «excesiva» esta acusación. Este rechazo llegaba después de que en otro proceso paralelo, el Congreso aprobara una resolución totalmente contraria el pasado 2 de abril. En aquella ocasión, los diputados consideraron «inaceptables» las palabras del Papa. La senadora socialista flamenca Marleen Temmerman, que preside la comisión de Exteriores, quiso dar una vuelta de tuerca más y abrir la herida cuando el texto llegó al Senado, haciendo saltar por los aires el consenso que habían logrado los grupos en la Cámara Baja. Pero calculó mal y éstos consideraron excesivo el lenguaje de los socialistas y decidieron retirarle su apoyo. Ante la falta de acuerdo, y la imposibilidad de enmendar la propuesta, ya que la polémica se encontraba en la introducción y no en el cuerpo de la resolución, Temmerman canceló el proyecto. Según explicaron ayer desde su oficina, la senadora trabaja en una alternativa que mantenga el tono de su propuesta para someterla a una nueva votación, y, de esta manera, enterrar oficialmente el documento en el que se estableció el paralelismo con un «crimen contra la humanidad». La nueva propuesta traerá de nuevo la polémica, ya que los obispos belgas y el Vaticano mostraron hace días su rechazo. Fuentes del Parlamento belga dijeron ayer que desconocían el caso español, por lo que rechazaron hacer comentarios. En España, mientras tanto, ICV e IU consideraron ayer «muy triste» la decisión del PSOE de no apoyar la iniciativa presentada a la Mesa para criticar al Papa en el Congreso, y avisaron a los socialistas de que al presidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal Antonio María Rouco, «no le bastará con que se rebaje la iniciativa, porque directamente no quiere ni que se debata».
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