Irak
El talante democrático de Erdogan el «socio» de Zapatero naufraga en Madrid
El jefe del Estado español y el presidente del Gobierno no habían conversado en persona desde este sábado.
Madrid- Recep Tayyip Erdogan, primer ministro turco y copatrocinador junto a Zapatero de la Alianza de Civilizaciones, dio muestras ayer de que la democracia de su país tiene lagunas cuanto menos preocupantes, sobre todo para un Estado que aspira a incorporarse a la UE. Cada respuesta que ofreció a las preguntas comprometidas que le plantearon en los desayunos de Europa Press fue una muestra de que a la democracia otomana aún le queda un largo trecho que recorrer para considerarse plena.
Su dos primeras contestaciones fueron toda una declaración de principios. Erdogan aseguró que el Ejército de su país seguirá actuando en el norte de Irak contra los campos de entrenamiento del PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán). Además, calificó de supuesto el genocidio armenio. Esperará, según dijo, el dictamen de los historiadores y sólo después emitirá su opinión.
En sus intervenciones, Erdogan fue solventando con evidentes dificultades las preguntas que se le plantearon sobre las carencias democráticas de su país. Una de ellas, el famoso artículo 301, que limita la libertad de expresión, quedará solventado en los próximos meses en el Parlamento, según dijo. También se refirió a la nueva Constitución que está elaborando y que será aprobada este año. Aunque Turquía está tomando como modelo otras cargas magnas europeas, no está dispuesto, sin embargo, a dar autonomía alguna a ninguna provincia ni región del país, porque, según dijo, «en su unidad está la grandeza».
Llegado el momento de hablar de terrorismo, Erdogan comparó la situación de los kurdos en el norte de Irak con la de los etarras en el sur de Francia, aunque matizó que no se plantea imitar a Zapatero y negociar, más bien lo contrario. Mantendrá las operaciones militares en la zona y, si este año no se logra la erradicación de los terroristas que se ubican en su país vecino, pedirá autorización al Parlamento para prorrogarlas. En este punto, apeló a la cooperación global para terminar con esta lacra y se mostró disconforme con quienes hacen diferencias entre terroristas buenos y malos. «El terrorismo no puede tener ni excusas ni justificaciones», añadió.
Erdogan es el presidente demócrata de un país islámico, visitado frecuentemente por otras naciones que comparten su religión para ver cómo funciona. La nueva Constitución levantará la prohibición de llevar velo en las universidades y en otros edificios públicos, pero Erdogan se molestó cuando se le preguntó si eso suponía la progresiva islamización de Turquía. Acusó a quienes defienden este punto de vista de actuar con prejuicios y tener una percepción equivocada. Argumentó que en Europa y EE UU las jóvenes de religión islámica pueden vestir el velo sin problemas por lo que sería una incongruencia que en Turquía estuviera prohibido.
Mientras, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, garantizaba ayer al primer ministro turco que España va a apoyar el ingreso de Turquía en la UE. «Queremos a Turquía en la UE», indicó Zapatero, quien mostró su convencimiento de que su adhesión es una de las decisiones de mayor relevancia para el futuro de la Unión y de la estabilidad regional en los próximos años. Además, recalcó las perpectivas positivas de los intercambios comerciales entre ambos países.
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