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El trabajo: fuente de felicidad o de estrés

El trabajo: fuente de felicidad o de estrés
El trabajo: fuente de felicidad o de estréslarazon

La capacidad de trabajar es, en la actualidad, un parámetro de salud psicofísica fundamental cada vez más valorado por la sociedad. Así lo señala el profesor Francisco Alonso-Fernández, académico de número de la Real Academia Nacional de Medicina y autor del libro «¿Por qué trabajamos?» (Ediciones Díaz de Santos). El trabajo entre el estrés y la felicidad, una interesante obra que reflexiona sobre la actividad laboral como fuente de felicidad para unos y malestar e incluso enfermedad para otros en una época como la actual caracterizada, según este experto, por un incremento de problemas psíquicos y psicológicos asociados al trabajo o a la falta del mismo. El profesor Alonso-Fernández explica que, hoy en día, la actividad laboral se ha vuelto imprescindible para que uno forme parte de la realidad social y para estimular la maduración de la personalidad. «La persona en paro se encuentra privada del ejercicio de una dimensión sustancial de su vida y frustrada por no poder cumplir el compromiso contraído a voluntad propia consigo misma y con los demás para aportar algo productivo», comenta.

En este punto, señala que los efectos de no conseguir el primer empleo o de haberlo perdido pueden suponer para la persona un importante trauma psíquico. «Aparece la desorientación, una tendencia a la incredulidad, ansiedad, temores e incluso violencia como respuesta por la frustración experimentada. A medida que la falta de trabajo se prolonga, se va apoderando del sujeto una sensación de duelo irreparable y se van disipando las esperanzas de reorganización vital». Para el académico, la mejor defensa es continuar con un plan de vida activo mantenido con la ilusión de encontrar pronto una nueva ocupación.

En el polo opuesto, el exceso de tareas en el trabajo también favorece el aumento de patologías mentales como la depresión o la ansiedad. «La sociedad vive en una cultura dominada por la prisa, la competitividad y el afán de ponernos al día con los cambios tecnológicos. Esta actitud tiene como consecuencia el desarrollo de enfermedades mentales, además de otras patologías oportunistas como las tumorales o las infecciosas». Casi 30 millones de europeos sufren alguna forma de depresión, un problema que representa un coste global anual de unos 10.000 millones de euros. De cara al futuro, la Organización Mundial de la Salud estima que en 2020 la depresión será la segunda causa de discapacidad tras las enfermedades cardiovasculares.