Valencia
Gripe: el virus ya azota a media españa
El gélido invierno da alas a las infecciones de las vías respiratorias y casi un millón de españoles es presa de la influenza. Los especialistas advierten de un repunte de los casos, que van en aumento en siete comunidades autónomas, mientras que otras cuatro ya están en niveles de epidemia.
Tiempo frío y termómetros que apenas llegan a superar los cero grados durante varios días seguidos. El hielo y la nieve han llegado a cubrir casi toda la Península. Este ambiente, que no sólo favorece a la propagación del virus de la gripe -la influenza- sino a otros muchos, como al del resfriado, coincide, además, con el punto más alto de casos de esta infección. Aunque de momento las cifras no han hecho saltar las alarmas, los expertos creen que las bajas temperaturas pueden servir de «pequeño empujón» al virus a la hora de propagarse con más facilidad. «Resulta previsible que haya más casos con este tiempo.
Este invierno está siendo más duro e influirá en que aparezcan infecciones víricas sobre todo de las vías respiratorias superiores, en forma de gripe y resfriados», apunta Pere Subirana, director de Atención Continua y Urgente del Instituto Catalán de Salud.
Y no sólo el contexto resulta el más apropiado para su propagación, sino que sus vectores, los seres humanos, se refugian en los hogares para evitar el frío. «Los ciudadanos permanecen más horas en ambientes cerrados, con menor ventilación y recambio de aire, lo que provoca que aumente el contagio entre las personas y se extienda la epidemia», subraya la coordinadora del Área de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) y neumóloga del Hospital Universitario La Fe de Valencia, Rosario Menéndez.
En este sentido, José Ramón de Juanes, jefe de Servicio Medicina Preventiva del Hospital Universitario Doce de Octubre de Madrid, manifiesta que «en el momento actual asistimos al comienzo de la epidemia correspondiente al período 2008-2009 con un incremento del número de casos diagnosticados y declarados. Por este motivo existe una mayor afluencia de visitas a médicos, la utilización masiva de las urgencias y un aumento de hospitalizaciones con una posible mayor mortalidad en diferentes grupos de riesgo».
LAS CIFRAS
Actualmente los números oscilan los 190 afectados por 100.000 habitantes, aunque los especialistas creen que las próximas semanas serán decisivas debido a los cambios bruscos de temperatura.
Lo que significa que en la actualidad casi un dos por ciento de los españoles padece el malestar que deja a su paso la influenza y se espera que hasta un cinco, e incluso diez por ciento de la población, habrá sufrido este proceso infeccioso al final de la temporada.
De este modo, -según se desprende del último boletín del Sistema de Vigilancia de la Gripe en España del Centro de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica del Instituto de Salud Carlos III- hay siete comunidades autónomas que incrementan el número de casos: Andalucía, Aragón, Baleares, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, La Rioja y Ceuta. Y se encuentra en situación de epidemia: Madrid, Asturias, Cataluña y Aragón. «Los datos actuales que se manejan en relación con la epidemia gripal de esta temporada son algo más elevados que en las anteriores.
El pico más alto en la Comunidad de Madrid se ha situado en 249 por 100.000 habitantes y en este momento parece confirmarse un descenso paulatino en el número de casos», expone De Juanes. Ante esta situación, la preocupación de los médicos ante la bajada del mercurio se concentra en la población de riesgo, «las personas mayores de 65 años con enfermedades de base -como la diabetes, la hipertensión y otras patologías respiratorias- pueden verse descompensadas al contraer el virus de la gripe», explica José Gallardo, coordinador del Grupo de Infecciones Respiratorias de la Sociedad Madrileña de Neumología y Cirugía Torácica (Neumomadrid).
COMPLICACIONES
No obstante, Gallardo subraya que la concienciación, «sobre todo en este grupo de pacientes es bastante significativa y muchos consiguen reducir el impacto de la infección cuando se contagian». De este modo, el malestar, el dolor generalizado en todo el cuerpo, los episodios febriles y las dificultades respiratorias, entre otros signos de la gripe, se atenúan gracias a la inmunización.
Sin embargo, quienes no se hayan vacunado por no encontrarse entre la población de riesgo -mayores de 65 años, personal sanitario, enfermos crónicos o inmunodeprimidos- tendrán que dejar que la infección siga su curso al menos durante cinco o seis días. Si los síntomas persisten más de lo debido, los pacientes deben acudir cuanto antes al médico, ya que entre las patologías de evolución más frecuentes se encuentra la neumonía.
Los casos de esta enfermedad respiratoria están aumentando en España en estos últimos años debido también al envejecimiento de la población, según los datos que maneja la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ).
A falta del análisis de los resultados del pasado año, cabe destacar que en 2007 se registraron 14 casos de neumonía cada 1.000 habitantes, cifra que aumenta en la franja de población de personas mayores de 65 años hasta los 50 casos por cada 1.000 personas. Además, esto conlleva un alto coste sanitario dado que entre un 20 y un 50 por ciento de los afectados por la neumonía acuden al servicio de urgencias del hospital y deben ingresar.
Con estos números, «en un invierno de frío intenso como el actual se pueden multiplicar los casos de neumonía bacteriana secundaria, debido a una complicación de la gripe», añade la coordinadora del Área de Enfermedades Infecciosas de Separ.
Esto ocurre porque el organismo debilitado se enfrenta con las defensas bajas, debido al virus de la influenza, al ataque de bacterias que provocan la neumonía, como el Streptococcus pneumonia, Haemophilus influenzae o Staphylococcus aureus. Por ello, a los grupos de riesgo, los más vulnerables, los expertos recomiendan la administración de la vacuna de la gripe porque protege frente al virus gripal que posteriormente llega a provocar esta enfermedad. Aproximadamente, entre el 10 y el 20 por ciento de los afectados por la gripe requieren hospitalización, ya que «en muchas ocasiones, primero es el virus y luego la bacteria. La duración media de los ingresos hospitalarios suele variar según las patologías de base que tengan», manifiesta Menéndez.
Pese a la importancia que cobra la gripe en esta época del año, otros virus «campan a sus anchas» debido a que las bajas temperaturas también favorecen a su propagación. «Además de los resfriados comunes, se dan otras patologías víricas –faringitis, amigdalitis, bronquiolitis, viriasis intestinales...– que hacen pensar en un principio siempre en la gripe», apunta Luis Manuel Entrenas, médico adjunto del Servicio de Neumología del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba.
Muchos erróneamente califican a las viriasis gastrointestinales, como la «gripe estomacal». Estas afecciones del sistema digestivo vienen acompañadas por malestar general, fiebre alta, vómitos y diarrea. Además, las vías respiratorias se convierten en la diana de virus que dejan a su rastro episodios de fiebre, afonía, tos, abundante mucosidad, inflamación de la faringe y de las amígdalas, que traen como resultado faringitis, amigdalitis y bronquiolitis –en los menores de dos años–, entre otras.
ADVERTENCIAS
Por todo ello, los expertos insisten en tomar una serie de medidas sencillas. Como taparse la boca al toser o al estornudar; emplear preferentemente pañuelos desechables; lavarse las manos, sobre todo después de haber tosido o estornudado y evitar reutilizar pañuelos usados al estornudar o limpiarse las secreciones nasales, aconsejan desde Separ.
El tratamiento de la gripe se basa en tomar ciertas medidas para aliviar los síntomas, tales como descansar, beber agua y zumos en abundancia o tomar antitérmicos, siempre que no tengan contraindicaciones. «Lo que nunca deben hacer es acudir al botiquín y automedicarse, sobre todo con antibióticos.
Este gesto tan sólo contribuye a aumentar las resistencias de los virus y disminuir la capacidad de las defensas propias del organismo», subraya Subirana. Pese a las constantes advertencias de este hecho, más de un 20 por ciento de los españoles utilizan estos medicamentos para combatir el virus, tal como se desprende del estudio «Hábitos de los españoles ante la gripe estacional», una encuesta encargada por el laboratorio Roche a Metraseis
A nivel práctico, los especialistas recomiendan mantener una temperatura estable en casa y abrigarse al salir a la calle para evitar cambios bruscos de temperatura, así como no poner la calefacción muy alta porque reseca el ambiente y también las vías respiratorias y ventilar bien las casas. «Lo ideal es mantener la casa templada y abrigarse en la justa medida para dejar que el organismo utilice sus propios mecanismos reguladores para adaptarse al frío», como explica Entrenas.
CONSECUENCIAS
Ausencias laborales, costes sanitarios... la gripe deja un importante rastro allá por donde pasa. Según la citada encuesta, los españoles faltan al trabajo una media de cinco días a consecuencia de la gripe.
Además, los resultados revelaron que en los últimos tres años se han presentado casos de gripe en el 37 por ciento de los hogares españoles, y más de la mitad (51 por ciento) de los entrevistados tuvo que faltar al trabajo como consecuencia de la enfermedad. Los datos muestran asimismo que en el 86 por ciento de los casos es un miembro del hogar el que se hace cargo de los niños cuando contraen el virus, e incluso tienen que ausentarse de su puesto laboral en un 15 por ciento de los casos.
En este sentido, los responsables de la investigación destacaron que el coste estimado de la gripe estacional en España es de 387,6 millones de euros –374,8 millones son cubiertos por las empresas y 12,8 por la Seguridad Social–, y la ausencia laboral, en la que se incluye el acompañamiento en el caso de enfermos pediátricos –menores de 15 años–, supone un coste medio de 348 euros por paciente.
Esta situación se traduce cada año en pérdidas cercanas a los 70 millones de horas de trabajo, que sumadas a las cifras anteriores, convierten a la gripe en un problema de salud pública de primer orden, que en época de crisis debe vigilarse aún más.
✕
Accede a tu cuenta para comentar