Feria de Málaga
Emoción y desencanto
- Sevilla. 4ª de la Feria de Abril. Toros de Conde de la Maza, bien presentados y broncos, salvo 5º y 6º, buenos. Dos tercios de entrada.- Rafaelillo, de nazareno y oro, estocada (ovación); dos pinchazos, estocada (aplausos).- Luis Vilches, de verde y oro, pinchazo hondo, cuatro descabellos, aviso (silencio); estocada atravesada, estocada baja (saludos).- Joselillo, de grana y oro, estocada (saludos); pinchazo, estocada, aviso (silencio).
Los cuatro primeros toros de la tarde sacaron genio y hasta peligro, por lo que la emoción estuvo a flor de piel. Animales que, aunque apretaron a los caballos, no terminaron de humillar. Cornearon los petos e hicieron sonar los estribos, señal inequívoca de mal estilo. El agridulce que esas reses producen en los tendidos recuerdan al pasado. Durante su lidia apenas se movió nadie; todos pendientes del riesgo que corrían los toreros. Hubo emoción miedosa, pero no artística. El momento culminante de la tarde lo proporcionó el valiente Rafaelillo al esperar cerca de un minuto, a porta gayola, al cuarto. Se vislumbraban las hechuras del «pavo», en las tinieblas de toriles. Al final, el lance, salió embarullado y frustrado. Pero el tiempo que aguantó el diestro...Tarde angustiosaLa decepción la produjo la mala forma de entrar a matar de Vilches al cuarto, tras una buena faena. En una tarde tan angustiosa como la de ayer, si se torea bien a un buen toro es necesario matarlo. Hay que jugarse el todo por el todo porque merece la pena. Vilches no lo hizo, y perdió. Joselillo, un valiente, no supo gustarse con el excelente sexto, al que toreó como si de un marrajo se tratase. Rafaelillo se la jugó con su primero, que se quedaba por debajo y buscaba los muslos. Hasta logró algunos pases buenos, con la izquierda a fuerza de buscarle el pitón contrario y quedarse muy quieto. Valor de verdad.Con el cuarto, más de lo mismo, pero con peligro. Pases por ambos pitones, que le pasaban muy cerca del rostro. El diestro, impasible, lo exprimió lo que pudo y recibió el agradecimiento del público.Vilches realizó una meritoria faena al segundo, que topaba y no humillaba. Bien colocado y con el engaño adelantado, superó sus dificultades. Con el quinto hizo una buena labor, en especial por naturales. El toro embestía fuerte y derrotaba al final de los pases, pero transmitía. Todo se fue al traste al matar. Joselillo estuvo muy valiente con el peligroso tercero al que le buscó muy bien las cosquillas, cruzado y firme. Aguantó muchos tragantones y se jugó la vida con denuedo. Al buen sexto le dio muchos, demasiados, pases sin llegar al personal.
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