Emotivo adiós a los pilotos muertos al chocar sus aviones en Albacete

albacete- El estruendo de los motores de cuatro Mirage F-1 fue el último llanto que dedicaba ayer el Ejército del Aire a los tres pilotos muertos el martes a bordo de otros dos aviones iguales. Ese fue el homenaje de sus compañeros, los cazas sobrevolando los féretros con los restos de los capitanes Carbonell y Negrete, y del teniente Cubillas. El funeral comenzó a las 11:00, presidido por la imagen de la Virgen de Loreto, patrona de los aviadores, y oficiado por el arzobispo castrense, Juan del Río, que animó a las familias de los pilotos, asegurando que «la última palabra no es la muerte, sino la resurrección en la vida eterna». Ante el secretario de Estado de Defensa, Constantino Méndez, el jefe de Estado Mayor de la Defensa, José Julio Rodríguez, y una multitud de militares y civiles, el jefe de Estado Mayor del Aire, José Jiménez Ruiz, impuso sobre los féretros la cruz al mérito aeronáutico concedida por Chacón.