Conciliación

España está a la cola de Europa en ayudas a la familia cada vez más amenazada

El descenso de la natalidad, las rupturas matrimoniales y el alarmante ascenso de abortos agravan la crisis.

La Razón
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MADRID- ¿La familia? Mal, gracias. Pese a la resistencia de muchos, la salud familiar española atraviesa la peor crisis de su historia. El alarmante crecimiento del número de abortos y de rupturas matrimoniales, junto con el acusado descenso de la natalidad, nos sitúa al borde del desastre demográfico. Tampoco es sencillo conciliar familia y trabajo, y para colmo de males, España se ha convertido, además, en el farolillo rojo europeo en ayudas gubernamentales a la familia.

Ni siquiera la ayuda de 2.500 euros por hijo aprobada recientemente por el Gobierno ha logrado sacar a nuestro país del último lugar en el escalafón europeo de apoyo económico a la familia. Si en Francia una familia con tres hijos recibe 307 euros mensuales, independientemente de sus ingresos, para obtener esas ayudas en España, haría falta tener 16 hijos, pero sólo si los ingresos familiares fueran bajos. Gracias a estas medidas, Francia ha podido remontar la crisis de natalidad y situarse a la cabeza de Europa.
En Alemania, los padres pueden disfrutar de una excedencia laboral para dedicarse a sus hijos durante 12 ó 14 meses, mientras perciben dos tercios de su salario, con un mínimo de 300 euros al mes y un máximo de 1.800. Países como Irlanda, Alemania, Austria, Luxemburgo, o Italia, tienen Ministerios creados exclusivamente para ocuparse de la familia, mientras que en en España, no existen organismos relevantes que se ocupen de ella, a excepción del Instituto de Política Familiar, para el cual, «las políticas familiares en España son continuistas, asistenciales e insuficientes», según explica en el avance de su informe anual sobre facilitado a LA RAZÓN.

Éstas diferencias en el trato se reflejan claramente en el dinero invertido por cada país en la familia. Mientras las ayudas a la familia en países como Dinamarca o Luxemburgo. son ejemplares, España no dedica a la familia ni el 1 por ciento del PIB (sólo el 0,78 por ciento), frente al 2,24 de la media europea). Es decir, mientras en Europa la universalidad de las ayudas es un hecho, en España, se han convertido en ayudas a la integración social, no de apoyo a la familia.

Según el informe anual del Instituto de Política Familiar, España es hoy un país viejo, con casi cuatro millones menos de jóvenes que en 1980. Este «invierno demográfico» queda todavía más descompensado por la ínfima natalidad española. El índice de fecundidad en España sigue estando muy por debajo del nivel de reemplazo generacional y de la media europea. Ya hay un millón más de personas mayores de 65 años que de jóvenes de 14 años. Todo ello como consecuencia de una situación social y una política donde la familia no es protegida ni apoyada.

Pero la crisis familiar no es sólamente externa: sus grandes problemas llegan desde la quiebra de sus propios valores: la defensa de la vida y la unión matrimonial. La explosión del aborto (en 2008 se superarán los 98. 000, lo cual significa casi el 100 por cien en 10 años) en los últimos años ha llevado a España a convertirse en el país de la Unión Europea con mayor incremento de abortos (75 por ciento), y el sexto en el que se realizan más abortos, después de Alemania, Italia, Rumanía, Reino Unido y Francia. Durante 2006 se ha producido la escalofriante cifra de un aborto cada 5,3 minutos, es decir, 270 abortos al día.

El aumento de rupturas matrimoniales también ha sido vertiginoso en los últimos años (un 20 por ciento), especialmente desde la aprobación del «divorcio exprés» por el Gobierno del PSOE. Hoy, en España, se rompe un matrimonio cada 3,6 minutos. Antes, había un año de separación obligatoria antes del divorcio. Al existir ese marco que apostaba por la reconciliación, un 20% de los matrimonios se salvaban, unas 15.000 familias al año, que hoy desaparecen como tal y provocan que más de 1.750.000 niños crezcan sin padre o sin madre. Según el informe, en 2006 se produjeron más de 145.000 rupturas (408 matrimonios rotos al día) y cada vez se producen menos matrimonios. Si continúa este nivel de crecimiento, se cumplirán las previsiones que aseguran que en el año 2010 el número de enlaces igualará al de rupturas.

Por último, según el informe del Instituto de Política Familiar, los españoles somos seres cada vez más solitarios: el 20 por ciento de los hogares españoles (casi tres millones de españoles, la mitad, ancianos), son en la actualidad, hogares vacíos. Con una media de 2, 9 miembros por hogar, las familias españolas son cada vez más pequeñas.