España se topa con la oposición de Bélgica en su aspiración de presidir la Unión por el Mediterráneo

España se ha topado con la oposición de Bélgica en su aspiración de copresidir la Unión por el Mediterráneo (UpM), la iniciativa impulsada por Francia para estrechar la cooperación entre la UE con sus vecinos de la ribera sur. El ministro belga de Exteriores, Karel de Gucht, envió recientemente una carta a su colega español, Miguel Angel Moratinos, en la que le pedía que no diera por hecho que España sucederá en 2010 a Francia en la copresidencia de la UpM y "llamaba la atención"sobre la necesidad de que los europeos decidan el mecanismo que regulará el sistema de copresidencias, han informado a Europa Press fuentes de la Secretaría de Estado para la UE. En la actualidad, la UpM la copresiden Francia y Egipto hasta julio de 2010, tal y como se acordó en la Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno que hace un año lanzó la iniciativa en París. España aspiraba a 'heredar' esta modalidad de acuerdo de forma que asumiera, como ha hecho Francia, la presidencia europea del Tratado de Lisboa hasta la siguiente cumbre, que tocaría celebrar dos años después. En realidad, la próxima cumbre de la Unión por el Mediterráneo debía celebrarse en julio de 2010, esto es, ya bajo presidencia belga de la UE, pero Bélgica accedió a que se adelantara al primer semestre del año para que correspondiera a España su organización, teniendo en cuenta los mayores intereses de este país en la zona. No obstante, Bélgica no renuncia a asumir la copresidencia debido a que en el momento en que termina el mandato de Francia, es ella y no España quien ejercerá la presidencia semestral de la UE. Este asunto lo abordaron personalmente de Gucht y Moratinos en la entrevista que celebraron el pasado 17 de junio en Madrid para coordinar el sistema de presidencia en equipo que inaugurarán el 1 de enero de 2010 España, Bélgica y Hungría. Fuentes de la Secretaría de Estado para la UE han informado a Europa Press que el Gobierno español está "abierto"a discutir de qué forma se organizarán las copresidencias de la UpM y que "aceptará lo que la UE decida por consenso". No obstante, las fuentes recordaron que la solución que se adopte dependerá también de si el Tratado de Lisboa entra o no en vigor, ya que introducirá novedades que afectarán a la política exterior de la UE.