Castilla y León

«Estas bestias y viles asesinos de ETA nunca podrán con nosotros»

El presidente Juan Vicente Herrera asegura que la banda vino a Burgos a hacer una masacre. Condena unánime de toda la sociedad castellano y leonesa a la barbarie etarra y apoyo a la Guardia Civil

Herrera, Miguel Alejo y Fernández Mañueco, a su llegada al lugar de la explosión a primera hora de la mañana
Herrera, Miguel Alejo y Fernández Mañueco, a su llegada al lugar de la explosión a primera hora de la mañanalarazon

burgos/valladolid- La ciudad de Burgos amanecía ayer con un nudo en el estómago. Eran las cuatro y un minuto de la madrugada cuando una furgoneta bomba -una Mercedes Vito con matrícula de Burgos, explosionaba en la parte de atrás de la Casa Cuartel de la Guardia Civil de Burgos. Los burgaleses se temían lo peor. No en vano, Burgos ha sido testigo principal, con el de ayer, de cinco atentados de la banda terrorista ETA en sus cincuenta años de sangrienta historia. En 1983 la sede del instituto armado ya sufrió un atentado de ETA. la banda colocó doce kilos de Goma 2 cerca de la sede de la Guardia Civil pero tampoco produjo daños personales. Igualmente, otro coche bomba, con 60 kilos de amonal, explosionaba un 17 de agosto de 1990 junto a la Comisaría de la Policía en Burgos hiriendo a treinta personas y causando asimismo importantes destrozos.Un Ángel de la GuardaEn el atentado de ayer un total de 120 personas, entre familiares y miembros de la Benemérita dormían en ese momento, entre ellos 40 niños y tres mujeres embarazadas. Por fortuna, no ha habido que lamentar ninguna víctima mortal, y el atentado se ha saldado con un total de 65 heridos leves. Eso sí, los daños materiales han sido cuantiosos. La subdelegación del Gobierno en Burgos ha puesto una oficina de información para damnificados, ya que el Ministerio del Interior ya ha anunciado que concederá ayudas de urgencia a fondo perdido para las familias que se han visto afectadas por la explosión. «La Casa Cuartel de Burgos tiene un Ángel de la Guarda». Son palabras del alcalde de Burgos, Juan Carlos Aparicio, asombrado aún por la potencia de la bomba colocada por los terroristas y agradecido de que no haya que lamentar daños personales. Y es que no se habla de otra cosa en Burgos. A los vecinos de los alrededores de la Casa Cuartel aún no se les ha pasado el susto y tal fue la fuerza de la explosión que la onda expansiva causó daños materiales en los hospitales Divino Valles y General Yagüe, en los que se rompieron cristales y fueron afectados varios servicios. Nada más producirse la deflagración, el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, burgalés de nacimiento, acudía desde Valladolid rápidamente al lugar del suceso. Herrera no olvidará el día de ayer ya que aparte del atentado tuvo que atender también el incendio de Puerto del Pico en Ávila que se ha cobrado la vida de dos personas. Nada más llegar, el presidente condenaba el atentado y se solidarizaba con las víctimas y la Guardia Civil. Pero también advertía a los etarras: «no podréis con nosotros». Esas bestias, bárbaros y viles asesinos que son los terroristas de ETA nunca podrán con nosotros. No nos doblegaréis». Acto seguido y tras comprobar la magnitud de la explosión, Herrera, aún impresionado, aseguraba que ETA «ha venido a Burgos a perpetrar una masacre. Los terroristas querían hacer daño y matar a mucha gente».Toda la sociedad castellano y leonesa, partidos políticos, organizaciones sindicales, empresariales, universidad e instituciones públicas, ha mostrado su condena más unánime al atentado y su apoyo incondicional a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en su lucha frente a ETA. Asimismo, la sociedad apela a la unidad de los demócratas para llevar a los terroristas a la cárcel. El arzobispo de Burgos, Francisco Gil Hellín, rechazó el atentado y pidió a los terroristas que depongan «ese modo tan vil de actuar, y se conviertan a Dios para dejar de hacer el mal y hacer siempre el bien». También el delegado del Gobierno en Castilla y León, Miguel Alejo, destacó la importante respuesta conjunta que la sociedad ha dado a las víctimas y su unidad frente a los asesinos. En este sentido, decenas de miles de burgaleses se acercaron hasta su Plaza Mayor para concentrarse en repulsa del atentado, solidarizarse con las víctimas y la Guardia Civil, y mostrar su unidad frente a la barbarie terrorista.