Constitución

Ética frente al terrorismo

La Razón
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Ya han pasado unos cuantos días desde que el Tribunal deEstrasburgo, ha fallado a favor del Estado Español en el recurso interpuesto por Batasuna contra la ilegalización de esta formación política, pero su trascendental importancia hace que se deba recordar permanentemente esta resolución y sentar un principio, –que hoy parece claro, pero no hace apena dos años–, sólo con firmeza y unidad y desde la ley, aplicándola en toda su entidad, se puede acabar con el terrorismo, y en cualquier caso aunque tengamos que convivir todavía con el mismo, resulta el único medio para luchar contra la barbarie terrorista, cualquier otro es ilegal, inmoral e inaceptable en una Democracia. Parece que el diálogo con ETA ya está totalmente descartado.El ejercicio de la lucha contra ETA ha de estar presidido no sólo por el uso de la ley, sino y además, por el ejercicio de la ética, ética que determina responsabilidad, unidad, coherencia, que hace descartar cualquier atajo (ni Gal, ni negociación). Con los miembros de ETA sólo se debe hablar ante los Tribunales y con la Ley como límite.Pero estaba claro que hacía falta algo más; ETA se enmascaraba bajo Batasuna, actuaba contra nuestra Democracia utilizando la fortaleza de nuestro propio Estado de Derecho, y esto no podía permitirse por más tiempo. Así nace la nueva Ley de Partidos Políticos de 2002, y así se aplica por primera vez, teniendo como fruto la Sentencia del Tribunal Supremo ilegalizando Batasuna; aquel fue el principio del más que próximo fin de ETA. No fue fácil el consenso en la elaboración de la ley, y sé de lo que hablo, no resultó fácil su aplicación, había algún rechazo y fuerte escepticismo, pero al final se logró. Pero para algunos, no bastaban los filtros judiciales de este país, reclamaban el examen de instituciones europeas, y se ha logrado: el alto Tribunal de Derechos Humanos ha calificado la ilegalización de Batasuna como una «necesidad social imperiosa», se dice en la sentencia que el Tribunal Supremoilegalizóel partidoetarracon el objetivo de «mantener la seguridad pública, la defensa del orden y la protección de los derechos y las libertades de los ciudadanos». Por ello la ilegalización por parte de España no supuso una violación del principio de libertad de reunión y de asociación. Añade que cualquier partido puede proponer el cambio de la estructura constitucional de un Estado si cumple dos condiciones: que los medios utilizados sean legales y democráticos y que el cambio propuesto sea compatible con los derechos democráticos fundamentales. La resolución alaba la claridad de la Ley de Partidos e indica que la Ley «no está destinada a prohibir la defensa de ideas o doctrinas que cuestionen el marco constitucional, si no a conciliar la libertad y el pluralismo con el respeto a los derechos humanos y la protección de la democracia». Ahora que ya tenemos el plácet europeo, nunca debemos olvidar que sólo con la Ley y con la Ética se debe luchar contra ETA, por eso nunca más artificiosas teorías sobre la escindibilidad de la personalidad jurídica de un partido como ocurrió con ANV, nunca más intentos de diálogo con delincuentes. Nunca más debemos alimentar la esperanza de los terroristas de que matando o dejando de matar van a conseguir algo, los que así lo crean se colocarán fuera del sistema. Por ello Ética, Ley y Moralidad.