«Europa tiene un camino marcado por el Tratado de Lisboa»

«Tenemos mucho trabajo por delante», reconoce el presidente del Parlamento Europeo, Hans Gert Pöttering (Bersenbrück, Alemania; 1945), en una entrevista con LA RAZÓN antes del cierre de las sesiones de la Eurocámara. No tiene en mente la crisis económica, la mayor en medio siglo en el continente, cuando hace estas declaraciones. Tampoco el parón institucional, que ha dejado a la UE en un estado de sonambulismo, tras el rechazo al Tratado de Lisboa en el referéndum irlandés. Más bien es un mal con una analítica más complicada y una cura aún más difícil: el distanciamiento creciente de los ciudadanos respecto a Bruselas. Tres décadas después de que se celebraran las primeras elecciones a la Eurocámara, dando entrada a la democracia en la construcción europea, dos de cada tres ciudadanos podrían abstenerse en la cita de junio. La campaña arrancó ayer, y todos los partidos deberán movilizar a sus votantes para vencer la falta de confianza, en la que suspenden todas las instituciones comunitarias. El remedio, defiende Pöttering, una comunicación constante.–¿Cómo explica una intención de participación tan baja? –La encuesta realizada por Eurostat que apunta a un porcentaje del 34% se hizo en enero, cuando la gente ni siquiera sabía que había elecciones europeas. Hay que esperar y ver. Una vez que los medios y los ciudadanos sean más conscientes de las políticas de la UE y del parlamento, especialmente durante los días de la campaña, la participación crecerá también.–¿Es principalmente un problema de comunicación?– Sí, sobre todo. Todavía tenemos que hacer un esfuerzo para mejorar en comunicación. Tenemos mucho trabajo por delante.La radiografía del democristiano alemán no es la de un observador cualquiera. No sólo porque sea presidente de la institución mejor valorada por los europeos, o por haber tenido que presidir la cámara en el momento más complicado de Europa. Sino porque, aupado como número uno de la lista de CDU, será reelegido de nuevo, lo que le convertirá en el único eurodiputado que ha ocupado un escaño en las siete legislaturas europeas sometidas a votación.–En 2009 se cumplen dos décadas desde la caída del muro de Berlín, y cinco años de la gran ampliación al Este. Dos fechas especialmente importantes para todo alemán…–Cuando conmemoramos el final del telón de acero y que las dos europas se miraron frente que a frente había una idea que se recuperó en los discursos: unidos en la fortuna. Éste es el espíritu que continúa 20 años después.–Viendo la presidencia checa de la UE, no son pocos los que opinan que los países del Este no están preparados para dirigir a los Veintisiete. ¿Qué opina?– Espero que la presidencia checa pueda continuar su trabajo de manera normal. De todas formas, no debemos olvidar la excelente presidencia que realizaron los eslovenos durante el primer semestre de 2008.–No obstante, el mar estuvo en calma durante su semestre. Ahora la presidencia de la Unión está en manos de unos tecnócratas. ¿Es esto lo que le espera a la Unión?– Europa tiene un camino marcado por el Tratado de Lisboa, que los irlandeses todavía tienen que aceptar. No obstante, la UE es un sueño que no tiene marcha atrás.