Fariña en la mira de la OMC

A Juan José Rodríguez Sendín, flamante presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), le ha llegado la hora de reivindicarse y de demostrar a todos sus críticos que la errática marcha del Consejo General de Médicos en los últimos años no es imputable a su persona, a tenor del cargo de secretario general que desempeñó, sino al anterior presidente, Isacio Siguero, del que pocas cosas pueden decirse ya que no sepa todo el sector. La prueba de fuego, la ocasión pintada que se le presenta a Sendín para demostrar que soplan nuevos aires en la vetusta OMC y hacer «tabula rasa» viene de la mano del Colegio de Médicos de Madrid. En su poder está que las irregularidades destapadas en todo tipo de medios y las denuncias formuladas contra Juliana Fariña y su desprestigiada junta por la ex secretaria general, la radióloga Cristina Martínez, no caigan en saco roto. La OMC ha de actuar, dar pábulo a las conclusiones de su Comisión Deontológica y llevar la polémica que rodea al Colegio de Madrid a su asamblea de presidentes, exigiendo allí a Fariña que ofrezca explicaciones. El buen nombre de la clase médica no puede tolerar que el presidente de la fundación del Colegio le facture al mismo, junto a otra vocal, a través de la clínica privada de la que son propietarios, ni que uno de sus abogados perciba todo tipo de retribuciones extra a través de un bufete privado pese a cobrar un salario del Colegio.