Tenis

Federer el más grande

Derrotó a un inmenso Roddick, batió el récord de «grandes» de Sampras y quitó el número uno a Nadal

Federer gana Wimbledon en otro partido épico y se corona como el mejor jugador de tenis de la historia
Federer gana Wimbledon en otro partido épico y se corona como el mejor jugador de tenis de la historialarazon

Roger Federer es, después de Wimbledon, un poco más grande; quizá ya sea el más grande de la historia. Con la victoria en la final del All England Tennis Club ante Andy Roddick, Federer ya pelea contra sí mismo. Desde ahora no tiene retos con nadie, sólo juega contra él, contra sus números, contra su historia. Detrás ha quedado el brutal récord de 14 «Grand Slams» de Sampras. Él tiene 15 y todo apunta a que no se va a quedar ahí. Lo nunca visto. Después de ganar en Roland Garros, como hicieron Laver, Borg y Nadal, conquistó su sexto Wimbledon. Un torneo que le sirve para recuperar el número uno del mundo y que ayuda a valorar la extraordinaria trayectoria de Nadal. Rafa, que logró desbancarle en agosto de 2008, ya no es el número uno del mundo. Ese sitio vuelve a ser patrimonio del suizo. Su tenis, en realidad, no merece otro lugar.La final fue un «partido loco», como lo definió Federer. La culpa de la locura la tuvo Andy Roddick. El estadounidense cuajó una faena casi perfecta. Explotó su servicio, sólo cedió un «break», buscó el revés del suizo y se permitió el lujo de ser atrevido durante muchos momentos. Quizá todo sea una consecuencia de haberse reencontrado como jugador de la mano de Larry Stefanski. Al final de la pasada temporada estaba pensando en la retirada y este año se ha permitido tutear en la final de Wimbledon al amo del torneo londinense. Pero Roddick cometió un error, que se resumió en cuatro puntos. Después de apuntarse el primer parcial, gracias a los despistes de Federer, gozó de cuatro bolas para situarse con dos sets a cero en el «tie-break» de la segunda manga. Era una oportunidad que rara vez se presenta ante el de Basilea. Desperdició la primera, regaló la segunda, perdió la tercera y la cuarta... Una volea sencilla, a media altura y pegada a la red la mandó fuera. Fue un error imperdonable. La excusa perfecta para que apareciese el «pimpampum» del suizo y la final se acabara.Pero no fue así. Roddick se empeñó en resistir y en que Pete Sampras –presente en la Central siete años después de su última comparecencia– conservara su récord. Forzó la quinta manga y el partido se transformó en un duelo de sacadores y juegos en blanco. Federer conectó medio centenar de «aces», sólo cinco menos que la plusmarca de Karlovic; Roddick no fue tan contundente, pero resultó igual de efectivo hasta el trigésimo juego y cuando ya había transcurrido más de hora y media de parcial. Un error del estadounidense provocó el éxtasis en Federer. Gritos, saltos y... Ni una lágrima. El suizo se dirigió a su silla, cogió una cazadora con el número quince bordada en un extremo y se dispuso a alzar su sexta Copa de campeón en Wimbledon. Antes Roddick empezaba a asimilar su tercera derrota en la final sobre el pasto londinense. Las tres han sido ante el mismo verdugo.«Has jugado de una forma increíble y has disputado un extraordinario torneo. Pero, desafortunadamente, en tenis siempre tiene que haber un campeón», afirmó el suizo. Luego recordó su derrota del año pasado ante Nadal: «No te preocupes, yo llegué hasta aquí el año pasado y Nadal me ganó en cinco sets. Estoy convencido de que regresarás y serás campeón también». Las palabras no consolaron a Roddick. «Creo que es peor perder como lo he hecho», comentó luego, apesadumbrado por haber caído ante el más grande.