Asia

Pekín

«Había mocos en las paredes»

La Razón
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La aburrida (pero cómoda) cuarentena a la que continúan sometidos los huéspedes del hotel Metro Park de Hong Kong suena como un bonito cuento de hadas en las decrépitas habitaciones de otro hotel chino situado a miles de kilómetros de allí. Se trata del Guomen, un viejo hostal emplazado junto al aeropuerto de Pekín, donde han sido encerrados diez ciudadanos mexicanos que denuncian haber sido «discriminados», «detenidos como criminales» y tratados «como rehenes».

Carlos Doormann llevaba meses planeando con ilusión un viaje a China con su mujer y sus tres hijos de ocho, seis y cinco años. El embrujo de Oriente apenas les duró unas horas. Acababan de dejar las maletas cuando aporrearon la puerta de su hotel. Les dieron cinco minutos para recogerlo todo y les encerraron en un hospital cuya descripción parece sacada de una película de terror. «Sin ninguna higiene. Teníamos manchas de sangre en las sábanas, mocos pegados en las paredes y pelos en las almohadas», explica Carlos a LA RAZÓN. Sólo consiguieron salir de allí gracias a la Embajada mexicana. Carlos y su familia tuvieron la mala suerte de compartir avión con el «paciente cero» de Asia, un mexicano hospitalizado en Hong Kong tras dar positivo.

Desde el hospital de los horrores fueron conducidos al hotel Guomen, donde se encontraron a otros cinco mexicanos, también retenidos. «No nos explican nada. Ninguno de nosotros tiene síntomas de fiebre. Tenemos un recinto para pasear fuera, pero no podemos cruzar la calle. Estamos con el ánimo muy deteriorado. Los niños están cansados y nerviosos y nos dan comida china de mala calidad.