«He aguantado los insultos sin soltar una lágrima»

-Es la única inspectora de policía que preside una plaza de toros, la de Alcalá de Henares. ¿Es que hay poca afición en su gremio?-Puede haber mucha, pero es difícil aguantar la presión. Te grita la afición y al día siguiente la Prensa te pone verde. Es duro. Se lo piensan.-Perdone, pero ¿le va la marcha?-No. Me van los retos.-Quizá el acceso a la presidencia sea difícil para una mujer...-Igual que para un hombre: hay que ser inspector, inspector jefe o comisario.-Cuando preside, ¿nota que los aficionados la miran con desconfianza?-El primer año creyeron que iba de mujer florero. Ahora que llevo tres años presidiendo ya saben que entiendo y que estoy ahí porque me gusta.-Se ha dicho hasta la saciedad que la fiesta nacional es muy machista...-Como dicen de la policía. Yo estoy en el cuerpo desde el 92, y cuando tienes carácter, te impones y ven que vas a trabajar, no hay problema.-¿No le parece una fiesta cruel?-No. Creo que el toreo es arte. Ese desafío de toro y torero es arte.-Ya que estamos en ello, ¿qué le parece cruel?-Lo que los seres humanos hacen con otros seres humanos: el maltrato a menores y mujeres, la pederastia...-Crece el número de personas que rechazan la fiesta, los antitaurinos...-Creo que lo son porque no conocen bien la fiesta.-En Las Vegas van a hacer corridas incruentas, sin sangre...-Creo que así pierde su esencia. Habrá que ver cómo queda la cosa.-Se ha criticado que los presidentes de plazas sean policías...-Es injusto. Lo hacemos de forma desinteresada (no cobramos), estamos bien preparados, hacemos respetar el reglamento y somos imparciales.-Dirán que no es democrático: no han accedido a la presidencia por votación...-Creo que el buen aficionado entiende que ha de ser así. Mire el fútbol: alguien tiene que arbitrar, y la afición no elige al árbitro de cada partido.-¿Llegará un día en el que las orejas las concedan los aficionados pulsando un botón desde el asiento, como en el Parlamento?-No lo creo. Éste es un mundo de símbolos que hay que respetar.-Un mundo que algún disgusto le habrá dado...-Me han insultado y gritado mucho y he soportado la presión.-¿Sin soltar una lágrima?-Sin soltar una lágrima. Un presidente no puede ser blando.-Y como policía, ¿no le entraron ganas de detener a los que le insultaban?-No. La gente se acalora y luego se les pasa. Es perdonable.-¿Es dura a la hora de conceder trofeos?-Eso dicen. Yo creo que soy más exigente que dura.-¿Más exigente que un hombre para que no le acusen de blanda por ser mujer?-Hay que acabar con el tópico de que, por naturaleza, las mujeres somos blanditas y los hombres muy duros. Hay hombres muy blanditos, ¿eh?-«Cuando soy buena, soy muy buena; pero cuando soy mala, soy mejor» (Mae West).