Italia aprueba una ley que endurece penas a delitos con violencia sexual

La Cámara de Diputados italiana aprobó hoy la ley que endurece las penas para los delitos de violencia sexual, que contempla un aumento de los años de cárcel y la cadena perpetua si el acto de violencia sexual deriva en la muerte de la víctima. El proyecto de ley fue aprobado con 447 votos a favor y 29 en contra y, ahora, pasa al debate del Senado para su aprobación definitiva. El texto incluía en un principio la llamada "norma wanted"("Se busca"), que permitía pegar en lugares públicos y en los medios de transportes fotos de individuos buscados por violencia sexual. Al final, esa norma fue retirada del proyecto de ley aprobado. Este contempla la cadena perpetua si la violencia sexual deriva en la muerte de la víctima y un aumento del tiempo de reclusión. Hasta ahora la ley establecía penas de hasta diez años de cárcel y el nuevo texto las ha aumentado hasta doce años. También han aumentado los agravantes y redoblados los tiempos de prescripción de los delitos de violencia sexual. La violencia sexual ha vuelto a la actualidad en Italia, después del arrestado, este fin de semana en Roma, de un contable de 33 años, Luca Bianchini. El detenido está acusado de haber violado por lo menos a tres mujeres entre abril y julio de este año e intentado con otras doce en dos barriadas del sur de la ciudad, a las que abordaba en los aparcamientos de sus casas. Bianchini es coordinador de la sección del Partido Demócrata (PD) en el barrio periférico romano de Torrino y, según los investigadores, su ADN es compatible con el encontrado en los restos orgánicos de los vestidos de las tres mujeres. El contable negó ser el violador en serie y pidió hoy desde la cárcel romana de "Regina Coeli"la repetición de las pruebas del ADN, en la misma jornada en la que otras dos mujeres, al ver su foto publicada en los medios de comunicación, le reconocieron como el hombre que intentó violarlas en esa zona de Roma. Los investigadores encontraron en su domicilio, según los medios locales, bragas de las víctimas, el cuchillo con el que amenazaba, supuestamente, a las mujeres, así como numerosas películas pornográficas, varias de ellas sobre estupros. También encontraron cinta aislante con las que, se supone, que ataba a las víctimas, y el libro del escritor Massimo Picozzi "El perfil del criminal". Su detención causó gran sorpresa entre sus compañeros de la sección del PD en la barriada de Torrino, que lo consideraban una persona de bien, mientras los investigadores insisten en esa doble vida de contable de día violador de noche.