Berlín

Janet Cardiff

Consejero de Cultura y Turismo

Janet Cardiff
Janet Cardifflarazon

Durante los pasados días, he podido acudir a la exhibición de uno de los más sugerentes trabajos artísticos que hayan visto la luz en los últimos años: se trata de la instalación de Janet Cardiff y Georges Bures Miller que, bajo el título de The murder of Crows, se muestra hasta el próximo 17 de mayo en el Hamburger Bahnhof de Berlín. A lo largo y alto de esta antigua y amplia estación de ferrocarril, estos dos artistas referenciales dentro del denominado sound art han distribuido un total de 98 altavoces, conformando diferentes niveles o estratos de sonidos, capaces de generar una proyección tridimensional de una presencia abrumadora. Valiéndose de un relato de treinta minutos de duración, y dividido en tres actos, Cardiff y Miller introducen al espectador en un plano de percepción excepcional, cuya característica principal es la naturaleza envolvente de un sonido, que no posee una única fuente de emisión, sino que surge de la atomización y posterior diseminación de las fuentes. Esta idea de un enviroment sonoro arrastra como primera y más destacada consecuencia la adquisición, por parte del sonido, de una dimensión corporal que lleva al asistente a recibirlo como si se tratara de una entidad encarnada que hace piel con él. Se podría afirmar, incluso, que, por medio de esta «plasticidad carnal» adquirida por cada palabra, ruido o nota musical, Cardiff y Miller radicalizan el componente visual del sonido, hasta el punto de que, poco a poco, y conforme avanza la narración, los diferentes registros sonoros adquieren un grado de iconicidad que permite hablar de imágenes en el sentido absoluto del término. Evidentemente, lo que se origina con esta «corporeización visual del sonido» es que, si en la jerarquía sensorial establecida por la filosofía griega, el sonido era definido como un sentido de distancia, ahora, por medio de los diversos estímulos recibidos por el espectador, lo sonoro se vive como una segunda piel, como una presencia envolvente que atraviesa al sujeto y con respecto a la cual resulta del todo imposible interponer una mínima distancia. Desde luego, los sonidos ideados por Cardiff y Miller se transmiten en un contexto por entero «aberrante», en el sentido de que ninguna experiencia sonora a la que el individuo se pueda enfrentar en su cotidianeidad comporta este carácter integral, capaz de ocupar los 360 º de la percepción. *Consejero de Cultura y Turismo