Ministerio de Justicia

La Audiencia de Barcelona vuelve al siglo XIX

La incidencia, fortuita, vuelve a poner de manifiesto que las instancias judiciales catalanas están obsoletas.

Los operarios se afanaban ayer para devolver la normalidad a la Audiencia
Los operarios se afanaban ayer para devolver la normalidad a la Audiencialarazon

barcelona-La Audiencia de Barcelona se quedó ayer casi a oscuras durante cinco horas aproximadamente: desde las 9:00 hasta las 14:00 horas. El motivo fue que un escape de agua inundó un centro de transformación eléctrica de Fecsa-Endesa, situado en la calle colindante y que abastece al recinto judicial.Este incidente dejó a la Audiencia sin luz, teléfono, ordenadores y aire acondicionado hasta que se solucionó el problema, poco antes de las 15:00 horas. Durante ese tiempo, otros cien vecinos sufrieron los mismos cortes de suministro.Presidencia inundadaEl agua inundó buena parte de la Audiencia e incluso llegó al área de presidencia, por lo que tuvieron que intervenir los Bomberos. La actividad quedó paralizada y, según lamentaron algunos funcionarios, fue «como retroceder cien años». Además, por motivos desconocidos, fue imposible conseguir un grupo electrógeno que suministrara electricidad a las instalaciones. El edificio, que es más que centenario, está en rehabilitación desde hace meses y progresivamente va perdiendo competencias en favor de la nueva Ciudad Judicial. El problema ayer era que la actividad judicial tuvo que ser minimizada.La presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), Maria Eugènia Alegret, ordenó celebrar sólo los actos más urgentes y con preso. El colapso llegó en un 30 de julio, unos días con escasa faena en la Audiencia, por lo que no fue necesario anular ningún juicio. Solamente se celebró una vista oral en una parte de la Sala Civil y Penal en la que había luz natural. El acta se tomó a mano. Por si fuera poco, la consejera de Justicia, Montserrat Tura, tenía previsto visitar, durante la mañana de ayer, el estado de las obras de la Audiencia. Recorrió las instalaciones, pero tuvo que necesitar la ayuda de agentes de los Mossos d'Esquadra equipados con linternas. Otro problema añadido fue que, mientras persistía la incidencia, los Mossos se veían obligados a explicar lo sucedido a los usuarios que necesitaban realizar algún tipo de trámite, lo que provocó algunos momentos de nervios y tensión.No fue el mejor día para la Audiencia, pero fuentes del TSJC explicaron a LA RAZÓN que «entendemos que todo fue culpa de un accidente externo, agravado por el hecho de que el edificio está en rehabilitación y es muy viejo». No obstante, esta incidencia volvió a sacar a la luz un problema que el sistema judicial lleva arrastrando desde hace años; esto es, unas instalaciones ciertamente obsoletas.

«Las diligencias, con bolígrafo»El hecho de que la inundación de ayer fuera accidental y ajena a la Audiencia de Barcelona, de que el edificio esté en obras y de que siga el traslado de las dependencias, que se llevan progresivamente a la más moderna Ciudad Judicial, no pueden esconder unas deficiencias denunciadas mil y una veces por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Aparte de un sistema informático deficiente y que provoca quejas continuamente, las diligencias y actas tuvieron que ser hechas durante la mañana de ayer con bolígrafo y máquina de escribir, según aseguraron los funcionarios, ya de por sí críticos con estas instalaciones. Lo único positivo del día fue, tal vez, que no había juicios.