Dinamarca
La bicicleta se impone en Pinto
La pasión por este método de transporte limpio ha aumentado un 250 por ciento en el municipio madrileño de Pinto, gracias a las intervenciones realizadas por el Ayuntamiento en el marco del "Plan de Movilidad Ciclista Urbana"
En Europa, el 30 por ciento de los trayectos realizados en coche cubren distancias inferiores a tres kilómetros y el 50 por ciento, de menos de cinco, según fuentes de Conbici. En este sentido, la bicicleta se afianza como el medio de transporte más ecológico y sano, además de eficaz para recorridos cortos. Y es que el medio más poderoso para reducir las emisones atmosféricas es el transporte, según el informe «R'evolución energética» elaborado por Greenpeace. Algunos países de Europa hacen un uso extenso de las bicicletas, pero España, a pesar de las bondades climáticas, se encuentra a la cola. Ante este panorama, sorprende la iniciativa propuesta por el Consistorio de Pinto, en Madrid, galardonada con el primer Premio de Sostenibilidad Local durante el Congreso Nacional de Medio Ambiente (Conama 9),por su «Plan de Movilidad Ciclista Urbana» que ha supuesto, entre otros logros, un incremento de un 250 por ciento de los usuarios de la bicicleta en el último año.
«Estamos entusiasmados, ya que este galardón recompensa el esfuerzo que estamos realizando y nos da confianza frente a las críticas recibidas desde sectores escépticos ante el proyecto», afirma Sonia Guarch, asesora del Servicio de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Pinto.
El plan subraya el compromiso de las autoridades pinteñas con un modelo de ciudad sostenible basado en una movilidad más racional. El consistorio tiene la convicción de que la bicicleta será en el futuro próximo un elemento natural en la calles de la ciudad, y de que las nuevas iniciativas que se van a poner en práctica en el marco del plan contribuirán a que el crecimiento se produzca en las mejores condiciones de seguridad. Se prevé que a medio plazo ocupará un cinco por ciento del tráfico total. Teniendo en cuenta los datos de 2007 sobre el parque de vehículos de Pinto, equivaldría a sustituir de la circulación rodada a 1.173 vehículos.
En cuanto a la financiación, el estudio y los proyectos se han desarrollado, en un 60 por ciento, gracias a una subvención del Consorcio de Transportes de la Comunidad de Madrid y el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE). Po su parte, el Ayuntamiento ha financiado el 40 por ciento restante junto con la ejecución de las obras.
Situado al sur de la Comunidad de Madrid, «es uno de los municipios más poblados de la región –con 40.876 habitantes, según el censo de 2006–. Así, sienta el precedente para iniciativas de este tipo que fomentan la utilización de la bicicleta y la disminución del uso de vehículos de motor», indica José Almagro Valero, secretario general de la Federación Madrileña de Ciclismo (FMC).
«Nos hallamos ante un problema de mentalidad. La mayoría de las personas concibe su uso restringido a los fines de semana o salidas al campo. Sin embargo, mediante este plan, pretendemos que se produzca el cambio hacia una mentalidad más europea en la que la bicicleta se instituya como vehículo real, al menos dentro del casco urbano», asegura Guarch.
«Las ventajas de su uso generalizado –prosigue– van desde la ausencia de contaminación acústica y atmosférica, hasta la reducción del tiempo invertido en llegar a los centros públicos –colegios, bibliotecas, etcétera– o de trabajo, pues, aunque en coche se tarde poco en llegar al centro, encontrar aparcamiento siempre precisa su tiempo. Nuestro objetivo principal es facilitar la integración de la bicicleta, como alternativa real a la circulación en el casco urbano de Pinto frente el coche, sin molestar a los peatones».
Intervenciones viarias
Las actuaciones del estudio de movilidad ciclista comenzaron en agosto de 2008 y siguen desarrollándose en la actualidad. Así, se instalaron 600 aparcamientos de bicicletas en 75 puntos de la ciudad, se adecuaron 2,8 kilómetros de calles con sentido único, creando sentidos reservados, y se señalizó un 35 por ciento del casco urbano para la circulación integrada de bicicletas.
El plan propone cuatro intervenciones de gran visibilidad para crear un «Pinto ciclista»: la instalación generalizada de aparcamientos para bicicletas, la creación de una política general de «sentidos reservados a ciclistas» en el casco antiguo, el programa de educación ciclista para jóvenes y adultos y la adaptación de los accesos a los polígonos industriales de las Arenas y de la Estación.
En este sentido, en enero de 2008, se inició la puesta en marcha de una de las actuaciones enmarcadas en el plan: la instalación de los aparcabicicletas en calles y plazas del municipio, para que los ciclistas hallen un sitio cómodo y cercano donde dejar su vehículo. Asimismo, se han ubicado en todos los colegios que lo han permitido y en prácticamente todos los centros públicos, parques principales y calles del centro, ocupando un sitio preferencial con el fin de fomentar su uso entre los vecinos y visitantes de Pinto.
Otra de las iniciativas adoptadas ha sido la creación del Observatorio de Movilidad. «Gracias a este órgano de participición ciudadana hemos localizado los problemas y posibles soluciones que la población ha detectado en su entorno», añade Sonia Guarch.
También, se han realizado múltiples intervenciones en la red viaria para asegurar la integración de las bicicletas en el tráfico urbano de forma segura, insistiendo en la simplicidad y homogeneidad de las infraestructuras creadas y en la mejora de la cultura de respeto mutuo entre ciclistas y conductores. Respecto a la señalización horizontal y vertical, es utilizada con cuidado para transmitir el mensaje de «calle compartida» evitando inducir en ciclistas o automovilistas conductas erróneas de circulación.
La idea de «Espacio Compartido» no es nueva. Este término es utilizado para describir un enfoque de importancia creciente del diseño urbano, ingeniería del tráfico y seguridad viaria en Europa y Norteamérica. Se originó en el año 2003 con el fin de describir una tendencia común que estaba apareciendo en diversos países para reducir los efectos destructivos del sobrecargado tráfico urbano. El concepto se ha desarrollado principalmente en Dinamarca, los Países Bajos y Suecia, y su influencia es visible en Francia, así como en algunas localidades del norte de España.
Incentivar el uso de la bici
Por otra parte, dado que el restringido uso de la bicicleta se debe, principalmente, a una cuestión cultural, están previstas actuaciones de difusión y promoción de la misma por parte de la Corporación para cambiar la actitud colectiva. Se trata de iniciativas como el «día de la bicicleta», un taller de reparación semigratuita de ciclos, mercadillo de accesorios y bicicletas de segunda mano, la creación de recursos informativos y divulgativos o la implantación del programa «A clase en bici». Este proyecto piloto se ha puesto en marcha en el colegio El Prado, donde más de 120 niños se apuntaron inicialmente para acudir cada día a sus clases en bicicleta. En la práctica, no alcanzan la media docena, pero se espera que en primavera el interés resurja con fuerza.
Desde la organización ecologista Greenpeace se considera muy positiva esta iniciativa para acercar a la gente la utilización de las bicicletas. «Ahora atravesamos momentos críticos debido al continuo aumento de las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, respecto de las cuales los políticos no se ponen de acuerdo. La iniciativa desarrollada desde el Ayuntamiento de Pinto es una forma práctica de reducir las emisiones a cero para recorridos cortos y acabar con el ruido del tráfico. Por tanto, es una alternativa viable para incrementar el nivel de vida en la ciudad y para luchar contra el cambio climático», señala Sara Pizzinato, responsable de la campaña de Transporte de Greenpeace.
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