La chapuza es bella: los internautas asaltan el diccionario

Hay palabras «abrazosas», por ejemplo «gentúzaro», que suena a indeseable de alguna tribu amazónica, o «biruji» (quien haya pasado una noche al fresco en el campo lo sabe). Algunos son términos realmente «diccionudos». Otros son pura «absurdez», llegando a lo «insonrrible», como «chundachundizar» (¿sinónimo de «luiscobosizar»?). Las hay gestadas en mentes que querrían, como en el borgiano cuento «Tlön, Uqbar, Orbis, Tertitus», reinventar la realidad: ahí están «burocrápula» o «camástrofe». Y algunas beben de la cultura popular más reciente, las nuevas tecnologías o la calle, como «fistro», «copypastear» o «fiestuki». Algunas rezuman espíritu fraternal («besabrazo», ¿que no invita a dar uno?), otras gastan mala leche («zetaparo», «cansautor», «aznarato»...). Y hay mucha, pero que mucha, disgresión gruesa que mejor no reproducir. Pero, a poco que alguien haya «afarfullado» algún término en algún rincón del planeta español –a ambos lados del Atlántico–, éste se habrá hecho un hueco en el «Ficcionario» de la nueva web creada por el Instituto Cervantes (www.eldiae.es).Es una de las formas con que el Instituto Cervantes celebrará el Día del Español, una iniciativa «quepaqué» que la institución que dirige Carmen Caffarell repite este año y a la que dará un aire «lúdico» (esto no es inventado, va entre comillas porque lo dijo así ayer Caffarel) con una nueva página para «internetear», entre otros muchos actos en las sedes (73 en total) que la institución tiene repartidas por el mundo. En Madrid: escritura de un largo poema en la acera, lluvia de palabras, cuentacuentos, talleres, conciertos...El «Día E» es el próximo sábado 20, pero desde el 22 de mayo los internautas han podido votar en dos categorías: la palabra preferida del español y el «Ficcionario», formado por términos que no están admitidos por la Real Academia Española. «Quicir», «palabros» como «mandilonazo», «mindundi», «lopagque», «cascoporro»... Las anteriores son sólo una selección de quien firma. Los designios de los internautas van por otros derroteros. Las más votadas a las 21:00 horas de ayer eran «ambientólogo» (578 votos), «guarrindongui» (240), «progresí» (167), «pidigüili» (149) y «arfavó» (132). Por cierto, el diccionario puede ser también un arma cargada de presente. «Progresí»: «La neolengua que el PSOE trata de imponer en el Reino de España para impedir que las personas puedan expresar críticas, opiniones y llamar a las cosas por su nombre». Me da que entre el votante hay mucho «laheliaoparda», por no hablar de «canis» y «perroflautas». Una cosa está clara, la gente no lo ha dejado «paluego» y ha votado una «jartá».En cuanto a las entradas favoritas del diccionario de la RAE (las que sí que existen), «malevo» va en cabeza con 473 votos, seguida por «chapuza» (352) y «albricias» (290). La lista sigue con «valentía», «malabarista», «infamia», «cariño», «abrazo».... Hay muchas, no tan populares pero muy votadas: «luz», «ojalá», «fútbol», «morriña», «paella», «no», «dios», «mañana»...Cuenta la directora del Cervantes, Carmen Caffarel, que en las votaciones «hay de todo. A mí me ha llamado mucho la atención la cantidad de palabras que la gente ha votado porque apelan a los sentimientos: abrazo, mamá, nostalgia, añoranza, cariño... Otras más por lo fonético». Por cierto, la que ella propuso es, precisamente, «añoranza».Caffarel resta hierro al tópico: que «chapuza» sea la segunda más votada no significa nada. Los vídeos que acompañan a algunas definiciones tienen la culpa: «No se circunscribe sólo a España. Pero el primer vídeo fue ése y arrastró mucho», añade.El porqué de «malevo» está más claro: ha habido toda una campaña argentina en Facebook. Otras palabras han contado con apoyos en redes como Tuenti. «Eso al final es lo bonito, que la gente se haya mojado, haya intervenido, discutido...». A eso mismo atribuye los 57 votos de «chimichurri». «Las redes sociales en internet son imparables. Hay grupos que interaccionan». Y, como ocurre con «internetear», reconoce que «sería lógico que la Real Academia Española acabara aceptándolas». Ella, dice, va a proponerle a Víctor García de la Concha que las incluya en el diccionario: «Luego ya sabe que los académicos son muy sesudos, tienen sus reuniones, analizan los pros y los contra... Pero es un tema de tiempo. Antes o después, las palabras que se usan acaban entrando».«Poyaque» estamos (que sí, que también está en la lista), acabemos con un par de cosas sobre el español: somos ya 450 millones de personas los que compartimos este idioma en el mundo, es la cuarta lengua del planeta; para 2030 el 7,5 % del planeta será hispanohablante; para 2050 EE UU será la primera potencia hispanohablante del globo. «Asín» que...