La Copa aperitivo para la Liga

El Barça de Guardiola estaba embalado hacia el éxito desde el principio. Pero, hasta ahora, no había logrado materializar ningún título. El miércoles levantó el primero. La Copa del Rey ganada en Mestalla quedará para siempre como el primer trofeo de Guardiola, que hasta ahora no cedía ante los elogios por el juego de su equipo: «Aún no hemos ganado nada». Ahora toca cambiar de discurso.

En Barcelona, después de dos años sin alegrías, hay muchas ganas de celebrar cosas, y el Barça está dando motivos. El miércoles por la noche, los «culés» abarrotaron Canaletas por tercera vez y media en once días. El 2-6 del Bernabéu, el gol de Iniesta al Chelsea y el frustrado título de Liga ante el Villarreal precedieron la fiesta por la Copa.

La plantilla, que celebró hasta pasadas las cinco de la mañana el título copero en su hotel de concentración, llegó ayer a Barcelona. Como todo título, se celebró, pero fue una tímida fiesta ante la que se avecina cuando se logre la Liga. Los jugadores fueron recibidos en el aeropuerto por cientos de aficionados, algunos de los cuales siguieron a la comitiva hasta la ciudad en moto. El equipo desfiló por las principales calles de Barcelona en el autobús oficial del club. Pero no hubo grandes aglomeraciones hasta el final del trayecto. En el Camp Nou, los azulgrana volvieron a encontrarse con cientos de aficionados aclamándolos. Hubo vítores y fotos, pero poca cosa más.

Los jugadores se fueron a sus casas a descansar y pasar una dulce resaca. Hoy volverán al trabajo con el «chip» de la Liga. Confían en que en esta jornada se decida el título. Si el Madrid no gana mañana en Villarreal, la Liga será azulgrana. Si no, un punto en el Ono Estadi el domingo será suficiente.

Independientemente de cuándo se produzca el alirón, el Barcelona lo celebrará la próxima semana en el Camp Nou. Aprovechando la visita de Osasuna, el club está preparando una gran fiesta para poder compartir el doblete con su afición. Al final, la opción de celebrarlo este lunes ha quedado desestimada. Y la fiesta se hará sólo dentro del estadio, no habrá ruta en autobús por la ciudad, aunque se baraja esa posibilidad en caso de que se logre la ansiada tripleta.

Guardiola no ha tenido más remedio que dar su visto bueno a todas estas celebraciones. Después de un año muy intenso y con tantos partidos, el técnico considera positivo ver a sus jugadores liberados y soltando toda la tensión. La plantilla siempre ha respondido al de Santpedor cuando les ha dado algo de libertad y, por eso, Guardiola confía en que la euforia no se traduzca en falta de concentración de cara a la final de la Liga de Campeones ante el Manchester. El técnico ya tiene casi todos los sentidos puestos en Roma. Pero para tenerlos todos, antes necesita la Liga.

Final amargo en Canaletas

Más de 40.000 «culés» celebraron la noche del miércoles el triunfo del Barcelona en la final de la Copa del Rey. El Ayuntamiento instaló una pantalla gigante en la Plaza Catalunya para los aficionados. Después, una vez acabado el partido, las celebraciones se trasladaron hasta la tradicional Fuente de Canaletas, pocos metros más abajo. Allí, la fiesta transcurrió sin incidentes hasta la recta final, entrada la madrugada, cuando 300 violentos intentaron reventarla. Son los mismos de siempre, a los que la Policía comienza a tener identificados. Los incidentes acabaron con 50 detenidos por los Mossos d'Esquadra (45) y la Guardia Urbana (5), 34 agentes (33 mossos y 1 guardia urbano) atendidos por los servicios médicos, doce contenedores quemados, dos coches calcinados y cuatro semáforos destrozados. La mayoría de arrestados tenían menos de 30 años y quedaron ayer en libertad con cargos. Son los incidentes más graves en una celebración «culé» en lo que llevamos de temporada. Ayer, aún se podían ver los restos de los destrozos y a empleados municipales haciendo los arreglos pertinentes.

En Gerona, una persona de 35 años falleció al precipitarse al río Onyar.