España

La crisis económica se ceba con la población inmigrante durante 2008

La crisis económica se ceba con la población inmigrante durante 2008
La crisis económica se ceba con la población inmigrante durante 2008larazon

madrid- La economía española ha cerrado el pasado año con 3,21 millones de parados según la Encuesta de Población Activa y 3,13 millones según los datos del Ministerio de Trabajo. Durante el pasado año perdieron su empleo entre un millón y 1,28 millones de personas (según la base que se consulte). La población extranjera, motor en otros tiempos del crecimiento económico, acumula ya una tasa de paro del 21,26%, casi diez puntos porcentuales más que el nivel de desempleo entre los nacidos en España (12,52%). Ha sido uno de los principales cambios que se han producido en los últimos doce meses en el mercado laboral español. Con los datos de la EPA del tercer trimestre de 2008, la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal (Agett) ha elaborado para LA RAZÓN un informe sobre los efectos de la inmigración en los principales indicadores del empleo en nuestro país. Tres categorías En 1996, el número de inmigrantes residentes en España suponía apenas el 1,15 por ciento de la población total; hoy representan el 11,5%. Hace trece años, el peso de los extranjeros en la población activa, los ocupados y los parados estaba próximo al 1% en las tres categorías. Con los datos del tercer trimestre, los extranjeros suponen el 15,6% de los activos, el 14,5% de los ocupados y el 24% de los parados. El crecimiento de la población extranjera ha sido, pues, mucho más intensivo en el número de parados que en el de ocupados. La entrada de inmigrantes ha tenido un enorme efecto en la población activa, por encima, en términos relativos, al que ha tenido sobre la población total, debido a que sus edades (fundamentalmente entre los 16 y los 45 años) se encuentran en el grupo de mayor potencialidad para acceder a un puesto de trabajo. Desde 2002, las tasas de crecimiento de la población activa han crecido a niveles del 3-4%. Para poder mantener estos ritmos de actividad es necesario generar un volumen de empleo muy elevado para que no aumente la tasa de paro. Esto no ha sido problema hasta el pasado año, con el inicio de la crisis económica y financiera. Desajuste De acuerdo con el informe elaborado por Agett, en apenas diez años los inmigrantes han pasado de representar el 13% del crecimiento de la población activa a explicar casi la mitad del mismo. En 2007 llegó a representar el 63% de los nuevos activos (población en edad de trabajar) que se incorporaron al mercado laboral. El problema surge ahora, concluido el largo periodo económico de bonanza que ha vivido España. «La bolsa de población activa se queda grande para los niveles de producción de las empresas, con un desajuste entre la mano de obra y las necesidades reales del mercado laboral», concluye Agett. Para la patronal del empleo temporal, el «efecto desánimo» que caracteriza a las épocas de desaceleración económica y crisis no ha comenzado en España todavía, aunque es más que previsible que este mismo año se produzca una reducción más acusada de las entradas a la población activa.