La crisis frena el cierre de la M-50

MADRID- El cierre norte de la M-50, uno de los proyectos más ambiciosos de los emprendidos por el Ejecutivo de la Comunidad de Madrid, tendrá que esperar. Así lo anunció la semana pasada el consejero de Infraestructuras y Transportes, José Ignacio Echeverría, durante una entrevista con LA RAZÓN. Para cerrar la M-50 necesitan un permiso que el Ministerio de Fomento ya ha concedido pero ¿Avanza esta proyecto? La M-61 -nombre que recibirá el tramo de la M-50 costeado por la Comunidad de Madrid ya que el Ministerio no se ha mostrado interesado en abordar la obra- nació rodeada de polémica con Fomento y algún otro municipio porque en sus obras de ejecución afectan al monte de El Pardo. Ahora, con estos contratiempos subsanados y un proyecto que evita la construcción de chimeneas para la ventilación del túnel en este paraje natural, Echeverría anuncia que otro de sus problemas es su elevado coste. «Tenemos que analizar si en un momento de crisis tan brutal la obra es oportuna, si la inversión que supone por las empresas y la administración es necesaria ahora mismo o si podemos relantizar esa inversión y dedicarlos a otras demandas sociales que se están produciendo», explicó el consejero. Priorizar los proyectos No es un buen momento para emprender el que se ha clasificado como uno de los proyectos más emblemáticos de la Comunidad de Madrid para esta legislatura. Echeverría tiene claras sus prioridades y asegura: «desde nuestra responsabilidad de Gobierno tenemos que priorizar. Sin abandonarlo tenemos que darle su momento y quizá éste no sea el mejor cuando todos los recursos son escasos». El Ejecutivo de Esperanza Aguirre quiere dar una mayor importancia a lo social y, aunque aseguran que ninguna de las obras comprometidas en las elecciones se quedará sin hacer, la realidad es que la crisis económica en la que está sumida España puede provocar un parón importante en el desarrollo de las obras madrileñas. «Si nos sobrara pensaríamos en otras cosas», aclara el consejero que no quiere dar el cierre de la M-50 por perdido. La M-61 se queda congelada de momento, sin embargo, según explicaron fuentes regionales se van a reforzar las inversiones para remodelar y crear nuevos intercambiadores y se va a destinar una parte importante del presupuesto al mantenimiento y conservación de las carreteras. La M-61 tendrá 32,8 kilómetros de longitud y estará terminada en 42 meses a partir de su adjudicación. Ahora mismo llevarla a cabo costaría al Ejecutivo regional 2.300 millones de euros, que es la cifra en que se presupuestó esta obra el año pasado. La Comunidad de Madrid dio luz verde al trámite de información pública de la futura M-61 en marzo de 2008. Su construcción es una de las apuestas más ambiciosas del Ejecutivo regional y está incluida en el Plan de Carreteras 2007-2011. Supondrá el cierre de la M-50 en la zona norte de la región. Se trata de una obra de extraordinaria complejidad ya que incluye siete enlaces con diferentes carreteras, además de conexiones con la A-6, la actual M-50, y hasta 49 puentes y viaductos. Los informes de movilidad realizados para ejecutar el cierre del tercer anillo de circunvalación de Madrid reflejaron que prácticamente todas estas vías soportan intensidades medias de paso al día por encima de los 100.000 vehículos, y en algunos casos hasta los 200.000. El proyecto ya ha pasado uno de los escollos más importantes para este tipo de obras: el informe de impacto ambiental. La consejería de Medio Ambiente otorgó a la futura M-61 un informe positivo al iniciar y finalizar sus túneles fuera de los límites de afección al monte de El Pardo. Las chimeneas, otro de los escollos con los que se encontró la obra, también se han evitado ya que la ventilación se realizará a través de un túnel auxiliar cuyo único cometido será servir de orificio de entrada y salida de aire. Los dos túneles más grandes tendrán tres carriles por sentido, con galería de emergencia en el segundo nivel para evacuación y estarán conectados por galerías transversales.