Denver
La epopeya vista desde el suelo
MADRID- La llegada del Apollo 11 a la superficie del satélite ha sido objeto de controversia a lo largo de todos estos años. ¿Por qué ondeaba la bandera estadounidense?, ¿por qué las sombras no seguían la dirección del Sol? Independientemente de polémicas, todos aquellos que asistieron a este acontecimiento por medio de sus televisores, entonces arcaicos modelos en blanco y negro, guardan sin duda las impactantes imágenes en sus retinas. LA RAZÓN ha preguntado a diez personajes de relevancia, entre los que figuran políticos, escritores, actores y músicos, cómo vivieron aquel 11 de julio de 1969 y qué supuso para ellos este singular hecho.
PETER CSABADirector de orquesta«Te das cuenta de que todo es posible»Csaba rememora: «Tenía 17 años y estaba en Budapest por unos seminarios de violín. Lo vi en directo, en un bar. Fue como un sueño, algo que apenas puedes creer. Te das cuenta de que lo que es imposible hoy, tal vez se convierta en realidad mañana con todo este progreso. Así que, en resumidas cuentas, todo es posible».
Manuel RegoCatedrático de Astrofísica de la UCMmanuel regoCatedrático de Astrofísica de la UCM
MANUEL FRAGA IRIBARNESenador del Parlamento gallegoGracias a él, los españoles lo vivimos en directo«Era Ministro de Información y Turismo, y nuestro papel fue el de informar correctamente a la opinión española. Fue un acontecimiento de trascendencia mundial y, aunque en aquellos años no había programación ni emisiones a aquellas horas, debíamos ofrecerlo en directo, y así se hizo», afirma.
JESÚS HERMIDAPeriodistaRetransmitió en directo la llegada del hombre a la Luna«Yo pude vivir la experiencia desde la NASA. El ritmo fue espantoso, todo el día trabajando y enviando crónicas, hasta que llegó el momento de la retransmisión. Sólo me queda la impresión de un trabajo horrible, frenético y agotador. La NASA nos mantenían informados constantemente de todo lo que iba sucediendo, así que hicimos un buen trabajo», cuenta.
Alexander I. KuznetsovEmbajador de Rusia en EspañaCelebración planetaria«La Unión Soviética y EE UU vivían la Guerra Fría, que se extendía también a la llamada "Carrera Espacial". El éxito de este país se percibió como un revés para nosotros. Así era la lógica entonces, que felizmente hemos superado. La exploración del espacio cósmico se ha convertido en una obra colectiva de la humanidad. Es un hecho que debía celebrar todo el planeta», explica.
ARNOLD A. CHACONEmbajada de EE UU en España«Fue la señal de que podía hacer lo que me propusiera»Este encargado de negocios entonces tenía 12 años y vivía en Denver. Asegura que este hecho «sólo puede compararse, por su impacto, con el asesinato de Kennedy. Me hizo recordar sus palabras cuando prometió que un hombre llegaría a la superficie de la Luna. Cuando lo vimos hecho realidad, los astronautas se convirtieron en nuestros héroes».
Pepe SanchoActor«Fue como un partido Madrid-Barça»«Cuando pasó, me imaginé muchas futuras escenas de teatro donde el protagonista pisaba el suelo lunar. Estaba en Barcelona, en el Teatro Victoria, haciendo una obra junto a Marta Puig y Trini Alonso. Cuando terminó la función nos fuimos corriendo a Las Ramblas. No dormí esa noche», recuerda.
LUIS SEPÚLVEDAEscritorSu casa se convirtió «en una filial de la NASA»«El día anterior, mi abuelo compró nuestro primer televisor. Nos reunimos el clan familiar junto a amigos y la mesa rebosaba de comida chilena.La noche previa mi hermano menor y yo la pasamos leyendo "De la Tierra a la Luna", de Verne. Las imágenes del televisor eran borrosas, a veces un enorme destello lo ocupaba todo, entonces mi abuela se santiguaba rogando por la salud de Armstrong. Nunca una empresa unió tanto a la humanidad. Y por primera y única vez en esa casa de la calle Chiloé 1336 se brindó por EE UU», reconoce.
Mercedes SalisachsEscritora«Me sentí conmovida»«Fue un hecho que escasamente pude ver por encontrarme entonces en un pueblecito muy rudimentario de Santander, en la falda de los Picos de Europa, con escasos medios para que la televisión funcionara. No obstante lo vi, aunque vagamente. Lo malo es que, a partir de aquel momento, la luna dejó de ser un factor poético, para convertirse en una prosaica hazaña científica», matiza la autora de 93 años.
MARÍA DUEÑASEscritoraBajo la mirada de una niña La autora de «El tiempo entre costuras» sólo tenía cinco años entonces: «Lo vi, y recuerdo el ruido de fondo. Para mí, la Luna era esa bolita blanca inalcanzable que veía desde mi jardín. Sólo fui consciente del logro años después. Marcó un antes y un después, fue algo inigualable», opina.
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