Cantabria
La Fe creará un plan de donaciones de fallecidos por parada cardiaca
Hoy, el 95 por ciento de los donantes fallecen por muerte encefálica. Ahora se persigue aumentar la oferta de órganos.
El Hospital La Fe de Valencia estudia desarrollar en sus nuevas instalaciones del barrio de Malilla un programa de donaciones de órganos procedentes de pacientes fallecidos por parada cardiocirculatoria y no exclusivamente por muerte encefálica, como ocurre en el 95 por ciento de los casos. El protocolo se pondría en marcha cuando se diera el caso de una persona que fallece de parada cardiaca, sobre la que las maniobras de reanimación hayan resultado infructuosas y en la que, a pesar de presentar un leve latido del corazón, éste resulta insuficiente para evitar que fallezca. De este modo, una vez certificada la irreversibilidad de esa lesión cardiaca, se pondrían en marcha inmediatamente las técnicas de mantenimiento con el fin de recuperar algunos órganos. Así lo explica el coordinador de la Unidad de Trasplantes del centro hospitalario, Juan Galán, quien aclara que, pese a la novedad de utilizar órganos procedentes de pacientes fallecidos por esta causa, existen decretos que establecen cuándo una persona está legal y médicamente muerta que no dan margen al error.Con todo, el nuevo protocolo nace desde la modestia médica, pues al inicio podrían llegar a obtenerse cinco nuevos donantes al año, «pero todo viaje comienza con un pequeño paso». En cualquier caso, el doctor Galán se muestra esperanzado de que el nuevo plan permita reducir el número de pacientes en lista de espera. «El proyecto implica estudiar mucho, formar a mucha gente que está implicada, pero es nuestra obligación, porque entiendo que con lo que tenemos actualmente, las listas de espera no se acortan y eso es lo que nos debe preocupar y no, sin querer desmerecer en importancia, el trasplante de cara. Esto es en lo que debemos centrarnos, porque es lo que nos proporciona un mayor volumen de trabajo y lo que representa un mayor gasto sanitario. Yo veo un poco más allá. Me preocupan más los cerca de 400 pacientes que esperan un riñón o los ochenta enfermos que aguardan para un hígado».Objetivo: Acabar con las negativasEl doctor Galán hace suya una frase del coordinador de trasplantes de Cantabria para explicar la situación: «El trasplante corre el riesgo de morir de su propio éxito». España es el país del mundo con más donaciones «y eso es un logro de todos». Sin embargo, ocho de cada cien personas que lo necesitan fallecen a la espera de un órgano. «Nuestra obligación es bajar ese porcentaje» y se puede lograr con una intensa campaña de concienciación dirigida a las familias reticentes, pues todavía en un dieciséis por ciento de los casos susceptibles de ser donantes, se niegan a ello. «Y no hay ninguna razón para hacerlo. Deben saber que se pueden salvar muchas vidas».
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