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La inmigración Halloween y la crisis dan otro color al Día de los Difuntos

Con la llegada de noviembre, los españoles acuden a los cementerios a limpiar y cubrir de flores las tumbas de sus familiares en el Día de Todos los Santos y el Día de los Fieles Difuntos, una efeméride que sigue gozando de buena salud en España. 

Debido a la inmigración latinoamericana y a la fuerza que la celebración de Halloween está tomando en los últimos años, el uno y el dos de noviembre combinan cada vez más la tradición local con otras más pintorescas venidas allende las fronteras.
Aunque los orígenes religiosos de esta ceremonia se remontan al 2 de noviembre del año 980, fecha en que el abad francés San Odilón instaura por primera vez una festividad para orar por los fieles fallecidos, se cree que los pueblos celtas practicaban con anterioridad ritos paganos para honrar a sus muertos.
La afluencia de público a los cementerios estos días no tiene parangón, y como reconocen desde los Servicios Funerarios y Cementerios de Madrid "el 1 de noviembre es sin duda el día más concurrido del año, aunque hay mucha gente toda la semana"por lo que camposantos como La Almudena abren de 8.00 a 19.00 horas.
Para los floristas españoles estos dos días suponen un 25 por ciento de los ingresos anuales, aunque han anunciado que este año, debido a la crisis económica, serán más populares los crisantemos, claveles o margaritas, variedades tradicionales y asequibles.
La Federación de Empresarios Floristas han calculado en un 5 por ciento la caída de la venta de flores, si bien achacan este descenso al incremento de las cremaciones o la pérdida de la costumbre de ir al cementerio (una encuesta realizada por la empresa Memorabilia indica que sólo el 5 por ciento de españoles recuerda el nombre de sus bisabuelos).
Lo cierto es que en estas fechas la clásica celebración religiosa se ha solapado en los últimos años con Halloween y con las coloristas versiones latinas del Día de los Muertos, todo un acontecimiento en países como México o Ecuador.
Es precisamente Ecuador, tercer país en número de inmigrantes en España (con 420.110 ciudadanos en 2007), el que más deja ver sus tradiciones locales estos días, en las que destacan la elaboración de platos típicos como colada morada y guaguas de pan, fríjoles o arroz.
Nombrado hace poco miembro de la Ejecutiva del PP de Madrid, el ecuatoriano Washington Tobar ha admitido a EFE que la festividad tiene en España un carácter más familiar que público: "nos reunimos para compartir, eso se hace tanto acá como allá, pero aquí se hace más en los hogares, de manera más individualizada".
Si acaso, ha dicho Tobar, "son los de Llano Grande, una región al norte de Quito, los que participan más activamente, ya que en mi país suelen ir a los cementerios portando los alimentos que el difunto disfrutó más en vida y los consumen alrededor de su tumba".
El año pasado, ha añadido Tobar, los llanograndenses residentes en Madrid celebraron el Día de Difuntos vendiendo en diversos puntos de la capital guaguas (figuritas de pan con forma humana típicas de esta festividad) con fines humanitarios.
También México ha hecho intentos de exportar su Día de Muertos -declarado en 2003 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO- mediante la celebración estos días de algunos actos coordinados por la embajada, si bien esta llegada de la "Catrina"(representación de la muerte) ha resultado más institucional que popular.
Por otra parte, la tradición angloamericana de "Halloween"sí sigue calando cada año más en la sociedad española, al menos, en su vertiente más lúdica mediante la celebración de la velada en numerosos restaurantes, bares y discotecas.
Aprovechando que Halloween (procedente del inglés "Hallow Eve"o Víspera de Difuntos) tiene una mayor conexión con la infancia que la fiesta equivalente local, centros como Parque Warner o el Zoo de Madrid han anunciado actividades temáticas para los días 1 y 2 de noviembre orientadas a los más pequeños.
Por tanto, la llegada a España tanto de inmigrantes como de sus tradiciones han conformado a lo largo de los últimos años una rica oferta para el primero de noviembre donde no estarán los chinos, ya que estos, a diferencia de Occidente, recuerdan a sus muertos el 5 de abril o "Día de Barrer las Tumbas".