España
La mentira del cine por Cesc Gay
Empeñado en mostrar los entresijos de las relaciones humanas, el director catalán («Krámpack», «En la ciudad») regresa con una historia de amor a cuatro bandas, «V.O.S.», basada en la obra teatral de Carol López. Esta insistencia temática «puede deberse a que no tengo mucha imaginación. En todo caso, creo que siempre trabajas para desarrollar lo que te ronda la cabeza», confiesa Cesc entre risas. La película narra la historia de cuatro personajes, interpretados por Ágata Roca, Vicenta Ndongo, Paul Berrondo y Andrés Herrera, que transcurre dentro del propio rodaje, a la vista del espectador. A través de esta fórmula metacinematográfica, las verdades y mentiras que se interponen entre Clara, Vicky, Manu y Ander quedan en un segundo plano para que «la gran mentira que supone contar historias» –según la propia definición del realizador– se convierta en protagonista. «Siempre nos creemos lo que vemos en el cine, mientras que en el teatro ves claramente la mentira en el escenario», explica el director, que reconoce que «es lo que más me atrajo para realizar la adaptación». Consciente de la innovación formal que introduce en el filme, el realizador cree que «puede resultar una experiencia interesante para el espectador». Además, este tipo de narración le da la oportunidad de «mezclar algo innovador con una temática cotidiana. El equilibrio resultante me permite, asimismo, realizar una película que, aunque no está concebida desde un punto de vista estrictamente comercial, puede tener también ese punto», explica el director. Para llevarla a la gran pantalla «se han mantenido los personajes, y los intérpretes y los diálogos son similares a los de la obra dramática, ya que resulta muy cinematográfica», comenta Gay sobre la producción de Carol López, «siempre muy generosa y respetuosa con la adaptación», añade. Por su parte, los actores llevaban meses representando la obra por toda España, así que «sólo hicimos un par de lecturas y, como no había cambios sustanciales, nos pusimos a rodar inmediatamente. Se les veía muy sueltos», aclara el realizador. Ironías lingüísticasEl multilingüismo es otro de los grandes temas de «V.O.S.», ya que español, euskera y catalán (que predomina sobre los demás) se intercalan en los diálogos de la cinta, una decisión que incrementó el trabajo del director: «Si apuestas sólo por la versión original sales con seis copias y tanto la productora como yo no queríamos una distribución tan limitada, así que la doblamos. Como no quería que se hiciera mal, dirigí yo mismo el proceso. De hecho, dediqué más tiempo a esta tarea que a rodar. Si hubiera un Goya al mejor doblaje, lo ganaríamos nosotros», bromea Gay. Sin embargo, en dicha versión doblada se han mantenido algunos diálogos en catalán y euskera. Los paneles que dividen la estructura narrativa de la película aparecen, también, en diferentes lenguas: «Quise ser un poco irónico. Si las ponía todas en catalán, me iban a pedir que las subtitulara y no quería. Se trata de una clase de multilingüismo gráfico».
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