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La República del Congo vota en presidenciales con tensión y temor al fraude

La República del Congo, también conocida como Congo Brazaville, elige este domingo en las urnas, en un clima de tensión, a su futuro presidente, tras años de gobierno de Denis Sassou Nguesso, que es el favorito a la reelección frente a una oposición dividida. Aunque finalmente se presentará a los comicios, la oposición había amenazado con retirarse después de que el Tribunal Constitucional rechazase a cuatro destacados candidatos por no reunir las condiciones impuestas por la ley, aunque sí admitió a Mathias Dzon, el principal oponente de Sassou Ngueso. El pasado 18 de junio, el Constitucional rechazó, entre otras, la candidatura del ex primer ministro Ange Edouard Poungui, uno de los que tenían más posibilidades, por no vivir en el país durante dos años ininterrumpidos, como exige la ley. Poungui ha asegurado que el rechazo se debe a motivos políticos y ha recordado que en 2002, en las anteriores presidenciales, también fueron vetados los principales opositores, como el ex jefe de Estado Pascal Lissouba. Hace cinco años, Sasoou Nguesso, del Partido Congoleño del Trabajo (PCT), ganó con un 89,41 por ciento de los votos, según los datos oficiales, en unas elecciones que no contaron con observadores internacionales y que la oposición consideró fraudulentas. El general retirado Sassou Nguesso, uno de los señores de la guerra del país y líder en su día del grupo armado de los "Cobras", uno de los que ensangrentaron el Congo en los años noventa, lleva 25 años en el poder, divididos en dos periodos: 1979-1992 y desde 1997 hasta ahora. Las elecciones parlamentarias de 2007 y las municipales de 2008 fueron también tachadas de fraudulentas, no sólo por la oposición, sino también por observadores de la Unión Africana y organizaciones de la sociedad civil del país. También fue rechazada la candidatura de Christophe Moukueke, que superó recientemente los 70 años de edad límite para presentarse a los comicios, así como las de Rigobert Gouolali y Marcel Guitou-Koulou. Un día después de la decisión del Constitucional, la oposición amenazó con boicotear los comicios y exigió la formación de una nueva Comisión Nacional Electoral (CNE), al considerar que la actual está controlada por el presidente Sasou Nguesso y "no es imparcial". Según varios opositores, el censo electoral se ha publicado a última hora y no está claro el número y localización de los centros electorales, lo que puede facilitar irregularidades. Varios miles de personas, encabezas por Dzon, se manifestaron en Brazaville el pasado 19 de junio para reclamar una CNE "independiente"y un proceso electoral libre y limpio. Dzon se presenta como candidato de la Alianza para la Democracia y la República (ADR), una coalición de una veintena de partidos que lidera su propio grupo, la Unión Patriótica para la Renovación Nacional (UPRN). El programa con el que Dzon pretende derrotar a Sassou Ngueso se compone de cien puntos, con los que el aspirante pretende afianzar la democracia y reactivar la economía, en un país rico en petróleo pero en el que la mayoría de la población vive en la pobreza. Considerado un "demócrata convencido", Dzon pretende que los beneficios del petróleo alcancen de manera más equitativa a los ciudadanos y acabar con el sistema de "partido único de hecho". El presidente del Foro para el Gobierno y los Derechos Humanos de la República del Congo, Maixent Hanimbat, ha señalado que existe riesgo de violencia e incluso ha hablado de posible "guerra civil"cuando se conozcan los resultados de las elecciones, según la Red Integrada de Información Regional (IRIN) de la ONU. Para Hanimbat, los problemas sociales y económicos serán un factor importante para decidir el voto, debido a la precariedad de los servicios ofrecidos por las actuales autoridades, con frecuentes cortes de agua y electricidad, así como una mala calidad de la sanidad. El temor a la violencia, en un país en el que desde su independencia en 1960 han muerto cientos de miles de personas, sigue presente, en especial en la región de Pool, donde aún quedan grupos rebeldes de "Ninjas", una milicia que no aceptó el desarme en 1999. En estas circunstancias, el primer ministro, Isidore Mvouba, ha anunciado que el Consejo Nacional de Seguridad ha dispuesto el despliegue de 17.000 militares, gendarmes y policías para garantizar la tranquilidad de la jornada electoral del 12 de julio próximo.