Barcelona
La seducción femenina y la guerra de sexos saltan a escena con «Lhotelera»
Los clásicos tienen mucho que decir sobre nuestro tiempo. La Sala Muntaner lo demuestra con Carlo Goldoni.
La comedia de guerra de sexos no empezó con Katherine Hepburn y Spencer Tracy. Ya lo hizo Aristófanes con «Lisístrata» o Shakespeare con «Mucho ruído para pocas nueces», aunque el verdadero genio del género salió de la Venecia del XVIII. Carlo Goldoni hizo con «La Posadera» que el humor cáustico fuera el mejor vehículo para hablar de la seducción femenina. 250 años después, los hombres y las mujeres siguen sin entenderseLa Sala Muntaner acoge ahora «L'hotelera», una reelectura de este texto, trasladado a nuestros días, en donde las mujeres son muy malas, los hombres son muy tontos y la vida es, simplemente, muy complicada. Xavi Fuster firma la adaptación, que ha situado en un hotel-balneario, donde una serie de parejas irán viendo hasta qué punto la seducción sólo es una perfidia. «Goldoni parecía que odiase a las mujeres, pero sufría mucho por ellas. En realidad hemos hecho pocos cambios. Antes eran marquesas y condes y ahora son empresarios», señaló ayer Fuster.El argumento es sencillo. Mirandolina, una astuta y ambiciosa mujer de negocios, que regenta un pequeño balneario, decide vengarse de un cliente que dice a los cuatro vientos que es un misógino. El resultado final será una auténtica batalla campal en la que sólo el más fuerte sobrevirá. ¿Quién será más fuerte, el hombre o la mujer? «Ningún personaje es trigo limpio. Goldoni deja a la mujer muy arriba, pero también las pinta como auténticas arpías», dijo Fuster.El reparto lo conforman Anna Casas, Georgina de Yebra, Isaac Lázaro, Ramon Garrido, Sergi Cervera, Sílvia Molins y Toni Figueras. Roger Pera es el ayudante de dirección, con una escenografía algo conceptual que dibuja un espacio neutro.
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